Efectos de Enfermedades y Discapacidades Temporales en Tu Capacidad para Conducir
Updated 24 de Enero de 2021La capacidad para conducir puede verse tan afectada por discapacidades físicas o mentales temporales como por condiciones médicas constantes y discapacidades físicas permanentes. Todas las personas experimentan una enfermedad o una lesión en algún momento. El hecho de que generalmente estás en forma para manejar no significa que siempre estés en condiciones para conducir.
Las personas que sufren de discapacidades permanentes o condiciones de salud debilitantes están obligadas a declarar estos impedimentos en sus aplicaciones de licencia y cumplir condiciones estrictas cada vez que conducen. Mientras tanto, aquellos que están experimentando una discapacidad temporal son responsables personalmente de decidir si son aptos para manejar un vehículo.
No es una responsabilidad que puedes tomar a la ligera. Estar detrás del volante cuando no estás en forma para conducir podría poner tu vida y las vidas de los demás usuarios de carretera en peligro.
Efectos de enfermedades al conducir
Una enfermedad tiene el potencial de hacer que conducir sea peligroso. Una dolencia no tiene que dejarte en cama por una semana para afectar tu tiempo de reacción y las habilidades de control del vehículo. Tu capacidad de manejo puede verse limitada drásticamente con solo tener un resfriado común. Incluso si tienes un resfriado común muy leve o estás experimentando un ligero brote de alergias, puede ser prudente no manejar. Piensa, ¿qué podría suceder si estornudas o toses en el momento equivocado? Solo se necesita una pérdida de control momentáneo para provocar un accidente devastador.
De igual forma, tu función cognitiva puede ser afectada cuando no te sientes bien. Muchas enfermedades comunes pueden crear una “neblina mental” en la que tu capacidad cerebral de procesar información visual y auditiva se ve afectada y tu tiempo de reacción se extiende. Las personas enfermas suelen experimentar reflejos más lentos, somnolencia general y dificultades para concentrarse. Una receta para el desastre a la hora de manejar.
Si te sientes mal o estás tomando un medicamento que podría afectar tu conducción, lo más seguro que puedes hacer es no salir a la carretera. Recuerda que conducir puede ser una actividad agotadora, especialmente cuando no te sientes al 100%. Obligarte a manejar cuando deberías descansar es peligroso y puede empeorar tu enfermedad.
Manejar con lesiones temporales
Huesos rotos, esguinces, dolor muscular y lesiones de tejido conectivo pueden afectar tu capacidad de manejo. Estas lesiones pueden causar problemas significativos en los pies, tobillos, muñecas, rodillas, caderas, espalda, hombros y cuello, todas partes del cuerpo que deben ser flexibles y capaces de ejercer fuerza para operar un vehículo motorizado estándar de manera segura.
Si puedes sentarte cómodamente con tu lesión, es posible que creas que puedes conducir con comodidad. Recuerda, ¡manejar implica muchas más acciones físicas que solo sentarse! Debes poder:
- Presionar los pedales (las lesiones en la pierna o pie derechos pueden hacer esto extremadamente difícil)
- Girar el torso y el cuello para mirar la parte de atrás y el costado del vehículo
- Maniobrar, cambiar de marcha, usar el freno de mano y otros dispositivos
No manejes si no puedes realizar cualquiera de estas acciones sin dolor o incomodidad importante. Siempre “prueba” tu movilidad con un vehículo estacionado de manera segura antes de llevarlo a la carretera.
Efectos secundarios de los medicamentos
Todas las medicinas con receta tienen efectos secundarios no deseados. Son efectos “posibles”, ya que pueden no presentarse en todas las personas que toman el fármaco o todas las veces que tomas el medicamento. Algunos efectos secundarios son raros mientras otros son bastante comunes y, por supuesto, difieren de una medicina a otra. Debes discutir sobre cualquier medicamento nuevo (incluso un cambio de marca) con tu médico para descubrir si podría afectar tu capacidad de manejo.
Los efectos secundarios de muchos fármacos incluyen:
- Cansancio y sueño
- Náuseas
- Calambres en el estómago
- Mareos
- Visión borrosa
Como puedes imaginar, si cualquiera de esos síntomas aparece al conducir podría ser un desastre. Es posible que te distraigas por el dolor o la incomodidad, o que tu capacidad de analizar la situación de manejo se vea directamente afectada por mucho sueño o visión borrosa.
Como los efectos secundarios no se presentan en todos los pacientes, es posible que tu médico indique que puedes manejar A MENOS que experimentes ciertos efectos secundarios indeseados. Toma los medicamentos según las indicaciones de tu médico y no manejes si estás experimentando algún efecto secundario que pueda afectar tu capacidad de operar el vehículo de forma segura.
Conducción y medicamentos de venta libre
Los medicamentos no necesitan prescripción para ser peligrosos. Se sabe que muchas medicinas de venta libre para resfrío, gripe y alergias causan somnolencia, mareos y otros efectos secundarios que pueden afectar la capacidad de manejo de una persona. Estos medicamentos de venta libre incluyen:
- Descongestionantes
- Antihistamínicos
- Jarabes para la tos
- Analgésicos
- Medicina para dormir
- Antiácidos
Siempre lee la etiqueta cuando tomes un medicamento de venta libre. Algunos productos (muchas marcas de enjuagues bucales, por ejemplo) contienen alcohol para elevar el contenido de alcohol en sangre de un menor por encima del límite legal. Incluso si una medicina de venta libre no especifica que no puedes manejar después de tomarla, los automovilistas deben evitar conducir si el medicamento indica entre sus efectos secundarios comunes la somnolencia o los mareos.