Multitareas al Conducir - No Siempre Es Algo Malo para la Seguridad

Debe ser obvio a estas alturas que conducir requiere realizar varias tareas diferentes al mismo tiempo. La necesidad de manejar una variedad de tareas físicas y mentales manteniendo la concentración en la carretera es lo que hace que el manejo sea tan desafiante al empezar. Eventualmente, conducir y todo lo que conlleva se volverá algo natural.

Incluso las acciones de conducción simples como cambiar marchas, revisar los espejos y señalizar requieren de un nivel de multitareas. Mientras llevas a cabo estas acciones, todavía debes girar el volante, manejar tu velocidad y prestar atención a las condiciones cambiantes de la carretera adelante. La capacidad de hacer múltiples tareas de manera eficaz no solo es ventajosa para los conductores sino una habilidad vital.

¿Cuándo las multitareas son algo malo?

Hacer múltiples tareas mientras conduces suele verse como algo negativo y con razón. Multitareas al manejar es algo malo si divides tu atención entre las tareas de conducción (como el control de velocidad o la percepción de peligros) y tareas no relacionadas con la construcción (como ver los mensajes del celular o conversar con un pasajero).

Efectuar acciones no esenciales mientras manejas un vehículo es peligroso y aumentarás las probabilidades de verte involucrado en un choque. Recuerda que los vehículos motorizados pueden ser armas mortales en las manos equivocadas. Discutimos lo que constituye multitareas peligrosas con más detalle más adelante en la sección “Conducción Distraída”.

Acciones de manejo que requieren multitareas

¿Cuáles acciones de conducción exigen que el automovilista haga múltiples tareas? Quizás no te des cuenta, pero siempre estarás con multitareas hasta cierto punto mientras controles un vehículo en movimiento. El manejo requiere un enfoque constante en:

• Utilizar los controles del vehículo
• Permanecer en tu carril
• Verificar si hay peligros en la carretera adelante
• Comprobar si hay obstrucciones en tu línea de visión
• Manejar tu velocidad
• Tener cuidado con los usuarios de carretera vulnerables como peatones, ciclistas, motociclistas o vehículos tirados por animales
• Interpretar las señales de tránsito, marcas en el pavimento y semáforos
• La actividad alrededor de tu vehículo
• Mantener un espacio seguro alrededor de tu vehículo
• Activar y desactivar las señales para comunicarte con otros conductores
• Monitorear el comportamiento de los demás conductores en la carretera

Incluso esta detallada lista apenas cubre las tareas básicas que debes controlar mientras conduces. Como podrás imaginas, manejar y completar estas tareas de forma eficaz requiere de aptitud física y claridad mental. Si no puedes hacer multitareas, la seguridad de manejo es imposible.

Cuando ocurren accidentes automovilísticos o colisiones, al menos uno de los conductores involucrados ha fallado en hacer múltiples tareas para detectar o reaccionar a tiempo ante una situación peligrosa. Si no eres capaz física o mentalmente de hacer multitareas por algún motivo, es tu responsabilidad NO ponerte detrás del volante.

Salud y forma física del conductor

Para conducir de manera segura, debes estar en buena condición física y mental cada vez que te subas al asiento del conductor. Aún los problemas pequeños a nivel físico, mental o emocional tienen consecuencias catastróficas, ya que manejar un vehículo siempre conlleva manejar diferentes tareas al mismo tiempo. Por ejemplo:

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   Un impedimento físico provocado por enfermedad, cansancio, lesiones o discapacidad podría evitar que controles el vehículo adecuadamente, mantengas una postura segura, veas y reacciones ante los peligros o mantengas la atención en la tarea que tienes en tus manos.

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   Una distracción mental como hablar por celular, leer indicaciones o conversar con un pasajero quitará energía mental de las tareas esenciales como examinar la carretera en busca de peligros o mantener una velocidad segura.

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   Un problema emocional provocado por un tema personal podría resultar en angustia, ansiedad o desequilibrios que harán que no puedas evaluar los peligros de manera eficaz ni tomar decisiones racionales.

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   Intoxicación como resultado de consumo de alcohol o drogas hará más lento tu tiempo de reacción y será más difícil manejar múltiples acciones en simultáneo.

Si te ves afectado por algunas de estas cuestiones, no manejes. Al hacerlo, te pondrás en peligro a ti y a todos los demás usuarios de carretera a tu alrededor.

Evita conducir cuando no te sientas bien

Una buena parte de ser un conductor seguro y responsable es aprender cuándo no puedes manejar. Vale la pena recordar que mientras conduces estás operando un objeto pesado, potente y letal y que los pequeños errores al volante pueden llevar a lesiones serias, destrucción y muerte. Los conductores adolescentes son notablemente malos para determinar cuándo no pueden conducir y, por tanto, tienen muchas más probabilidades de verse involucrados en choques y colisiones.

Cada vez que tomes las llaves del auto, pregúntate: ¿Estoy preparado física, mental y emocionalmente para esta tarea? Si no tienes certeza sobre la respuesta, no manejes. En vez de eso, llama un taxi, pídele a un amigo que te pase a buscar, usa el transporte público, camina a tu destino o simplemente quédate en casa. Elegir una de estas alternativas podría verse como un gran inconveniente cuando tienes la intención de conducir, pero ninguna de estas opciones es tan “inconveniente” como verte involucrado en un accidente automovilístico.