El Conductor: Estar en Forma para Conducir un Automóvil y Manejar Riesgos de Manejo
Updated 24 de Enero de 2021Estimaciones de la industria de seguros de vehículos indican que cada automovilista se verá involucrado en al menos cuatro accidentes de tránsito o colisiones en su vida. Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, en los Estados Unidos ocurre un accidente automovilístico cada minuto de cada día. En promedio, uno de cada 16 de estos accidentes de tráfico cobrará la vida de al menos una persona.
- ¿Estás en forma para manejar?
- Estar en forma física y mental para conducir
- Discapacidades permanentes o de largo plazo
- Envenenamiento por monóxido de carbono
- Conducir con cansancio físico o mental
- Hipnosis de la autopista y “velocitation”
- Reducir los riesgos de manejo
- Actitud responsable
- Prácticas de manejo que aumentan el riesgo
- Riesgo mayor para conductores novatos
- Crear un entorno de manejo más seguro
- Consecuencias del comportamiento riesgoso
- ¿Qué tipo de conductor serás?
El diseño de los vehículos, las leyes de tránsito y la infraestructura de la carretera (el diseño y el mantenimiento de las vías) juegan un papel importante en la seguridad vial. Estas tres piezas del rompecabezas están sujetas a un estudio y escrutinio constantes y se seguirán adaptando y mejorando para ajustarlas al cambiante sistema de transporte de carreteras con tal de maximizar la seguridad pública. Sin embargo, hay una pieza más del rompecabezas que no puede se puede pasar por alto: el rol del conductor.
A pesar de todo el trabajo de los gobiernos federales y estatales para que las carreteras sean más seguras, nuestro país todavía sufre más de 37.000 muertes relacionadas con el tránsito cada año. Resulta que el diseño del vehículo, las reglas de carretera, el diseño del camino y el mantenimiento de la autopista realmente no son el problema. Los conductores son el eslabón más débil del sistema. Las elecciones que tomas antes y mientras conduces afectarán la seguridad del entorno de la carretera. De hecho, los errores de los conductores son la causa principal de la mayoría de choques y colisiones.
No solo los conductores excesivamente imprudentes son los que aumentan el peligro para sí mismos y todos los demás a su alrededor en la carretera. Claro, exceder drásticamente el límite de velocidad, cambiar de carriles constante y rápidamente, conducir bajo los efectos del alcohol y otros comportamientos de manejo “extremos” a menudo llevan a accidentes y colisiones. Pero los conductores que se comportan de esta manera son relativamente raros. La triste verdad es que la mayoría de las personas que provocan accidentes se consideran conductores buenos y seguros.
Tu papel creando un ambiente seguro en la carretera va más allá de conocer las leyes de tránsito y perfeccionar tus habilidades de control del vehículo. Si cada conductor prestara atención a la forma en que sus decisiones aumentan o disminuyen el riesgo, nuestro sistema de transporte de carretera sería un lugar mucho más seguro.
¿Estás en forma para manejar?
La primera parte del módulo repasa la importancia de contestar esta pregunta. Si algún factor, como un mal estado de salud, lesión física, cansancio, problema emocional o intoxicación, afecta tu capacidad de manejar de manera segura, no debes ponerte al volante.
Conducir es un privilegio que abre muchas puertas y hace que nuestras vidas modernas y ocupadas sean mucho más convenientes. La idea de no contar con un transporte personal es tan desagradable para la mayoría de los automovilistas que están dispuestos a pasar por alto los impedimentos mentales y físicos que los haría incapaces de conducir. Este descuido, deliberado o accidental, aumentará drásticamente tus probabilidades de verte involucrado en un choque.
Estar en forma física y mental para conducir
Como estudiante de manejo, sabrás lo desafiante que puede ser conducir. Mientras observas y analizas constantemente la carretera alrededor de tu vehículo, debes maniobrar, controlar tu velocidad, señalizar, cambiar de marchas y hacer múltiples tareas de diferentes formas. Con la práctica podrás perfeccionar tus habilidades multitareas y convertirte en un conductor competente, aunque eso no significa que siempre serás un conductor competente en el futuro.
Una enfermedad o lesión física puede dejarte sin poder pensar con claridad, percibir la carretera a tu alrededor, operar los controles del automóvil y reaccionar lo suficientemente rápido ante los peligros. Incluso un resfriado menor o un esguince de muñeca pueden afectar negativamente tus habilidades de manejo e incrementar el riesgo que enfrentas al conducir tu vehículo. Debes aprender a identificar estos problemas cuando se presenten y considerar con precisión el impacto que tienen en ti como conductor. Como la carretera es un lugar peligroso por naturaleza, la conveniencia de subirte al automóvil no vale el riesgo aumentado que tendrás con impedimentos mentales o físicos. Si tienes dudas, no manejes.
Discapacidades permanentes o de largo plazo
Para los adultos más mayores y las personas que viven con condiciones de salud o discapacidades de largo plazo, “estar en forma para conducir” es un problema constante. Aunque no tiene por qué ser un factor determinante. Es importante prestar atención a los cambios en la capacidad física, la vista y la cognición a medida que envejeces, para tomar los pasos necesarios para tu seguridad detrás del volante. Tristemente, los adultos mayores se encuentran entre los conductores con más riesgo. Tener una condición médica o discapacidad no necesariamente te excluye de la posibilidad de conducir. ¡Hoy en día se pueden hacer increíbles adaptaciones a los vehículos! Eso sí, es importante ser realista sobre cómo los síntomas pueden afectar tu capacidad de conducción, discutir el tema con tu médico y declarar cualquier problema de salud relevante a la hora de aplicar por una licencia.
Envenenamiento por monóxido de carbono
Todos los conductores deben saber el riesgo que representan las emisiones de monóxido de carbono de su vehículo. Si manejas un automóvil viejo o con poco mantenimiento, el vehículo podría enfermarte y dejarte incapacitado para manejar. Incluso los vehículos modernos y con revisiones regulares pueden presentar una amenaza si dejas el motor encendido en un espacio cerrado donde el humo no puede escapar.
El envenenamiento por monóxido de carbono de bajo nivel es sutil pero con el tiempo puede tener un efecto acumulado devastador en tu salud. Con una exposición intensa o prolongada a los peligrosos gases de escape podrías confundirte, enfermarte o incluso morir estando al volante.
Conducir con cansancio físico o mental
La fatiga al volante es un enorme problema para todos los usuarios de carretera en los Estados Unidos. A pesar de lo que a muchos nos gusta creer, no somos súper humanos y sin el descanso adecuado, nuestro estilo de vida agitado podría dejarnos incapacitados para manejar. Conducir con cansancio es un problema que afecta a millones de conductores cada día, aunque es un peligro especial para los conductores novatos o adolescentes. Descubre por qué en “Factores de Riesgo por Fatiga”.
La falta de sueño, excesivo trabajo mental o físico y enfermedades pueden llevarte a la fatiga. Esencialmente, cualquier situación que afecte tu equilibrio trabajo-descanso te dejará con tu cuerpo y tu mente sin funcionar tan bien como lo harían en condiciones normales. Esto puede verse reflejado en somnolencia, visión alterada, dolores físicos, incapacidad de concentración, capacidad de razonamiento disminuida y falta de juicio. No hace falta decir que intentar conducir en estas condiciones sería extremadamente peligroso, aunque muchos automovilistas aun lo hacen todos los días.
Conducir con cansancio es un factor importante en miles de muertes relacionadas con el tránsito cada año. Trabajar con esta sección te enseñará a identificar la fatiga cuando ocurra y a tomar decisiones prudentes sobre manejar o no. También incluimos técnicas y estrategias vitales para evitar y lidiar con el cansancio, algo que te puede ayudar si la fatiga aparece mientras conduces.
Hipnosis de la autopista y “velocitation”
La fatiga al volante puede llevar a una desatención peligrosa conocida como “hipnosis de la carretera”. Cuando tu cognición está afectada por el cansancio, tendrás más probabilidades de distraerte detrás del volante y perder la conexión consciente con la tarea de manejar. En esta condición, no podrás percibir ni reaccionar ante los peligros de la carretera y fácilmente podrías dormirte al volante.
La “velocitation” es otro fenómeno que puede suceder cuando un conductor está cansado o no presta suficiente atención a la tarea que tiene en sus manos. Al experimentar la “velocitation”, no tendrás una idea precisa de lo rápido que viajas y podrías acelerar accidentalmente por encima de la velocidad segura o ser incapaz de reducir la velocidad cuando las condiciones de la carretera cambien. El último artículo de esta sección te mostrará cómo evitar ser víctima de la hipnosis de la autopista y la “velocitation” cuando manejes.
Reducir los riesgos de manejo
Conducir es una actividad riesgosa. Cada vez que subes al asiento del conductor te estás exponiendo al riesgo de sufrir lesiones o morir en un accidente de tránsito. Por supuesto, podrías decir que poner un pie fuera de tu casa te expone al riesgo de ser golpeado por un rayo, pero no todos los riesgos son iguales. Un promedio de 51 estadounidenses muere por rayos cada año, mientras unos 37.000 mueren en colisiones de tráfico.
El nivel de riesgo que enfrentas al manejar no es constante sino fluctuante dependiendo de la situación de la carretera en un momento determinado. En un escenario de manejo existen cientos de factores diferentes que influyen en el riesgo, como la condición de la superficie de la carretera, condiciones climáticas y comportamiento de los demás usuarios de carretera. Las decisiones que tomes al conducir aumentarán el riesgo o harán que disminuya, haciendo la carretera más segura para todos. En esta sección, aprenderás a identificar los peligros y minimizar los riesgos asociados con la conducción.
Actitud responsable
Es físicamente imposible ser un conductor seguro sin tener una actitud responsable en torno a la toma de decisiones. No puedes controlar las influencias externas como el clima o el volumen de tráfico en la carretera pero sí puedes controlar tu propio comportamiento. Cada decisión que tomes inclinará la balanza de una forma u otra, creando un riesgo o haciendo que el ambiente sea menos peligroso. ¿Qué decidirás?
Prácticas de manejo que aumentan el riesgo
Seguir a otros vehículos muy de cerca, conducir bajo la influencia del alcohol, superar el límite de velocidad, enviar mensajes de texto mientras manejas e interrumpir el flujo de tráfico son todas acciones que agregarán riesgos a la situación de manejo y será más probable que algo malo suceda. Algunas de estas acciones conllevan más riesgo que otras, aunque todas se deben evitar a toda costa. Los accidentes y las colisiones que ocurren como resultado de estas prácticas son totalmente evitables, ya que todas pueden atribuirse a nada más que una mala decisión por parte del conductor.
Riesgo mayor para conductores novatos
Cuando obtienes tu licencia de conducir por primera vez, las apuestas están en tu contra. Simplemente por ser joven y tener poca experiencia aumenta el riesgo que enfrentas en la carretera. Este es un tema que exploramos en detalle en esta sección del programa.
Es importante entender el mayor peligro que enfrentarás como conductor adolescente, para que evites realizar acciones innecesarias que incrementarán el riesgo de tener un accidente. Debido a la falta de experiencia detrás del volante, la imprudencia adolescente, la presión de los pares y la incapacidad de analizar los riesgos con precisión, enfrentas una amenaza significativa de lesión o muerte mientras conduces. No sumes todavía más a esta amenaza con decisiones irresponsables y perfectamente evitables.
Crear un entorno de manejo más seguro
Así como puedes aumentar el riesgo con un comportamiento de manejo peligroso, también puedes crear un entorno de manejo más seguro tomando las decisiones correctas. Las estrategias para minimizar los riesgos que cada conductor debe adoptar incluyen mantener un espacio alrededor del vehículo, usar el cinturón de seguridad y conducir a una velocidad adecuada para las condiciones actuales. Descubre qué más puedes hacer para minimizar las probabilidades de verte involucrado en un accidente de tránsito en “Estrategias para Minimizar los Riesgos de Manejo”.
Consecuencias del comportamiento riesgoso
Si bien muchos automovilistas despistados terminan con lesiones serias o muertos como resultado de un comportamiento de manejo riesgoso, estas no son las únicas consecuencias negativas de tomar malas decisiones. Las consecuencias de la conducción peligrosa siempre serán negativas y pueden ser muchas, incluso si logras escapar de un incidente sin lesiones que te cambien o te quiten la vida. “El Conductor” termina con una mirada seria al impacto financiero, físico, mental y emocional de tener un comportamiento de manejo peligroso.
¿Qué tipo de conductor serás?
La información en esta sección del curso te brinda todo lo que necesitas para tomar decisiones de manejo correctas. La mayoría de los automovilistas creen que son conductores competentes pero muy pocos llegan realmente a esa altura. Puedes elegir crear un Sistema de Transporte de Carreteras más seguro para ti y para los demás usuarios de carretera solo con contender los riesgos de manejo, evitar un comportamiento que produzca riesgos y asegurarte de que siempre estés en buenas condiciones para manejar.
Decidir qué tipo de conductor serás no es una elección de una sola vez. Es una decisión de estilo de vida que debes hacer de manera consciente, todos los días, por el resto de tu vida de manejo. Para ser un conductor más seguro, debes prestar atención a tus hábitos y debilidades, cuestionar tus decisiones y ver cada situación de forma crítica antes de actuar. Comencemos tu viaje descubriendo lo que significa “estar en forma para conducir”.