El Sistema de Dirección en Tu Vehículo: Averías Comunes y Mantenimiento
Updated 5 de Febrero de 2021Hasta ahora, este módulo ha explorado los sistemas del vehículo responsables de proporcionar energía al automóvil. Ahora, es momento de aprender sobre el mantenimiento y funcionamiento de otros dos sistemas esenciales que te permiten controlar la dirección de viaje del vehículo y la conexión con la carretera. La dirección y la suspensión del automóvil son dos sistemas diferentes pero relacionados estrechamente que con frecuencia, que a menudo se nombran en conjunto.
El sistema de dirección conecta el volante en el compartimento de los pasajeros con las ruedas delanteras del vehículo. La fuerza de rotación que ejerces sobre el volante dentro del automóvil se transfiere a la columna de dirección y se convierte en un movimiento giratorio que hace pivotar las ruedas del vehículo de la izquierda o la derecha, dirigiendo el vehículo por la carretera. El sistema de suspensión incluye llantas, resortes, amortiguadores y uniones, que trabajan en conjunto para mantener una fuerte conexión entre las ruedas y la carretera. También permite un movimiento relativo entre el vehículo y las ruedas para asegurar una experiencia de manejo más fluida.
Profundicemos un poco más en los componentes de los sistemas de dirección y suspensión para descubrir cómo funcionan en conjunto para mantener en control de tu vehículo.
La columna de dirección
El volante de tu vehículo está conectado al eje delantero del automóvil a través de un eje largo de metal llamado columna de dirección. En los primeros vehículos de carretera, la columna de dirección esencialmente era un poste de metal sólido. Si un vehículo con una columna de dirección de una sola pieza se ve involucrado en una colisión frontal, el conductor puede ser empalado en la columna de dirección. Por este motivo, los vehículos modernos están construidos con columnas de dirección telescópicas que se colapsan (como un telescopio) en caso de un impacto de frente.
La columna de dirección es resistente contra el desgaste y los daños, aunque pueden ocurrir algunos problemas con los engranajes y los cojinetes alojados dentro de la columna de dirección o en el mecanismo que conecta la columna con el eje frontal. Sonidos inusuales y resistencia al girar el volante son dos indicadores comunes de que hay un problema con la columna de dirección.
La caja de dirección
Un mecanismo de engranajes conecta la base de la columna de dirección con el eje delantero del vehículo. El sistema de engranaje de piñón y cremallera se usa con mayor frecuencia en automóviles pequeños y medianos, aunque se pueden encontrar otros diseños de caja de dirección en vehículos más antiguos o grandes. El trabajo del mecanismo de engranaje es convertir el movimiento de rotación del volante en movimiento lateral en el eje para hacer pivotar las ruedas. También reduce la cantidad necesaria de movimiento del volante para girar las ruedas en el ángulo deseado. Antes de que existieran estos sistemas, los automóviles tenían volantes extremadamente grandes que se conectaban directamente al eje delantero y requerían mayor esfuerzo para girar.
En el sistema de piñón y cremallera, un engranaje de piñón circular revestido con dientes está fijado a la base de la columna de dirección. Los dientes del piñón se bloquean en una fila de tientes en una cremallera horizontal que se conecta con las ruedas delanteras en cada extremo. Cuando el volante gira, el piñón mueve la cremallera lateralmente, haciendo pivotar las ruedas delanteras hacia la izquierda o la derecha.
Dirección asistida
Todos los vehículos nuevos (y la mayoría de los automóviles modernos construidos en las últimas dos décadas) cuentan con un sistema de dirección asistida. El sistema de dirección asistida incluye un pistón y un motor hidráulicos, impulsados por el motor del vehículo, que suministra la mayor parte de la energía requerida para girar las ruedas del automóvil. La dirección asistida reduce la carga de trabajo física del conductor, permitiendo cambios de dirección fáciles con giros pequeños y suaves del volante. Antes de la dirección asistida, girar el volante en vehículos más pesados exigía una fuerza física considerable.
La bomba hidráulica de la dirección asistida del vehículo depende de líquido para operar. Si una fuga en el sistema hace que el nivel de líquido disminuya, la dirección podría ponerse pesada y tener menos capacidad de respuesta. La mayoría de los vehículos necesitan un reemplazo de líquido de dirección asistida aproximadamente cada cuatro años o cada 30.000 millas recorridas. Puedes encontrar la frecuencia de reemplazo recomendada para tu automóvil en el manual del propietario del vehículo. El remplazo de líquido de dirección asistida debe ser realizado por un mecánico capacitado, ya que es importante que el proceso se lleve a cabo de forma correcta.
Suspensión
El sistema de suspensión de las ruedas delanteras del vehículo está conectado directamente con el sistema de dirección. Los dos mecanismos deben trabajar en armonía para que el conductor mantenga el control del vehículo. Mientras el sistema de dirección es responsable por dirigir el vehículo, los tres trabajos principales de la suspensión son:
- Dar soporte al vehículo
- Absorber la fuerza del impacto de los baches y las superficies irregulares de las superficies de la carretera
- Permitir que el sistema de dirección responda de manera correcta a las acciones del conductor, manteniendo la tracción entre las ruedas y la carretera
La mayoría de los vehículos modernos cuentan con un sistema de suspensión de puntales que consta de dos componentes: resortes y amortiguadores. Otros sistemas de suspensión también utilizan resortes y amortiguadores, aunque están en ubicaciones separadas. En un sistema de suspensión de puntal, un amortiguador cilíndrico corre por el centro de un resorte en forma de espiral, que conecta la cremallera de la rueda con la carrocería del vehículo al lado de cada rueda. El trabajo del resorte es soportar el peso del vehículo mientras se asegura que se mueva sin problemas sobre baches y caídas grandes en la carreteras. El amortiguador sirve para cancelar las vibraciones que de otra forma se transmitirían al compartimento de los pasajeros y para evitar que el vehículo rebote en los resortes con los baches de la carretera.
Si bien la mayor parte de la “acción” de la suspensión del automóvil sucede en los resortes y los amortiguadores, el sistema también incluye las ruedas y las llantas, además de varias juntas, cojinetes y uniones que lo conectan a la cremallera de dirección. Con el tiempo, estos componentes sufrirán desgaste y eventualmente tendrán que ser reemplazados.
Averías de la dirección
Si notas irregularidades con la forma en que se maneja tu vehículo, podría ser que uno de los componentes de la dirección o la suspensión se está desgastando o funcionando mal. Puede que logres descubrir lo que anda mal según estos síntomas de averías comunes:
- 1
El volante se siente rígido.
Esto puede indicar un nivel bajo de líquido de dirección asistida. - 2
El volante se siente suelto.
Esto puede ser el resultado de desgaste del sistema del mecanismo de dirección. - 3
Respuesta errática del volante.
Esto requiere una revisión inmediata de un mecánico calificado. La dirección errática generalmente indica un problema grave que puede originarse en cualquier parte de los sistemas de dirección y suspensión. - 4
Sonidos agudos al encender el automóvil.
Con mucha frecuencia, esto indica que algo anda mal con la correa de dirección asistida.
Mantenimiento de la dirección y la suspensión
La mayoría de las principales tareas de mantenimiento de dirección y suspensión las debe realizar un mecánico. El manual del propietario del vehículo detallará la frecuencia recomendada para actividad de servicio. Por lo general, esto incluye:
- 1
Verificar la alineación de las ruedas.
Esto se debe llevar a cabo aproximadamente cada dos años o cada 30.000 millas recorridas. Es posible que la alineación de las ruedas se requiera con mayor frecuencia si pasas mucho tiempo conduciendo en carreteras con superficies con baches o muy irregulares, ya que esto aumenta el impacto sobre los sistemas de dirección y suspensión. - 2
Inspeccionar los amortiguadores, los cojinetes y las juntas.
Cuando lleves el vehículo a revisión, el mecánico debe comprobar si estos componentes tienen daños o signos de desgaste. - 3
Comprobar la correa de dirección asistida y el líquido hidráulico.
Esta tarea de mantenimiento de rutina la debe efectuar un mecánico aproximadamente cada 5.000 millas. El líquido suele necesitar un cambio completo cada 30.000 millas. El manual del propietario te puede guiar en ese sentido.
Además de las tareas enumeradas aquí, puedes ayudar a mantener el sistema de dirección y suspensión en buen estado de funcionamiento cuidando las llantas del vehículo. Es fundamental mantener una presión adecuada de los neumáticos y reemplazas las llantas cuando la banda de rodadura se desgasta. De lo contrario, todos los demás aspectos del sistema de dirección y suspensión no podrán funcionar con tanta eficacia y el vehículo puede volverse inseguro para conducir.