El Sistema de Escape en Tu Vehículo: Averías Comunes y Mantenimiento
Updated 5 de Febrero de 2021El proceso de combustión interna produce gases residuales que son expulsados de cada cilindro a través de una válvula de escape. Desde allí, el sistema de escape lleva los gases residuales lejos del motor, donde pueden ser expulsados del vehículo de forma segura por el tubo de escape. El mantenimiento del sistema de escape es importante, ya que las fugas pueden crear una acumulación peligrosa de gases tóxicos.
Tres de los seis gases que se producen en los cilindros del motor son tóxicos: óxido de nitrógeno, monóxido de nitrógeno y monóxido de carbono. Como hemos mencionado en módulos anteriores, el monóxido de carbono es un gas mortal claro y sin olor. Incluso las fugas menores del escape pueden provocar que tú o tus pasajeros se enfermen y afectará tu capacidad de manejo. Haz que revisen el sistema de escape periódicamente para protegerte de las filtraciones peligrosas.
Colector de escape
El colector de escape es un sistema de tubos de acero o hierro fundido, que recolecta los gases residuales de cada uno de los cilindros y los canaliza hacia el tubo de escape. Desde el colector, los vapores de escape se canalizan a través del catalizados (también llamado convertidor catalítico). Si el escape de tu vehículo tiene un turbocompresor, este componente estará después del colector pero antes del catalizador.
Grietas en el colector de escape
Los colectores de escape están expuestos a un calor extremo ya que los gases residuales que abandonan la cámara de combustión no tienen tiempo de enfriarse. Mientras el motor está encendido, el colector se calentará y se expandirá. A medida que el motor se enfría, el colector se contraerá. Con el tiempo, el ciclo de expansión y contracción crea divisiones y grietas en el colector de escape, a pesar de los materiales resistentes contra el calor con los que está hecho. Las divisiones menores generalmente se pueden soldar para cerrarlas, pero una grieta que amenace la integridad estructural del colector obligará a un reemplazo completo.
Un rendimiento de motor deficiente, ruidos fuertes que vienen del motor, una menor economía de combustible y gases visibles que se filtran del compartimento del motor son todas indicaciones de que el colector de escape está dañado. Haz que revisen el sistema de escape de inmediato, ya que las divisiones menores del colector empeorarán rápidamente si sigues manejando el automóvil. Además, los gases de escape que se fugan podrían ser lo suficientemente calientes para derretirse cerca de componentes plásticos en el motor del vehículo.
Turbocompresor
Muchos vehículos de alto rendimiento modernos tienen turbocompresores instalados en el sistema de escape. El trabajo del turbocompresor es aprovechar la energía creada cuando los gases de escape se expulsan del vehículo, con tal de aumentar la potencia de salida en el motor. Si tu vehículo tiene un turbocompresor, estará ubicado a lo largo del tubo de escape entre el colector de escape y el catalizador.
La corriente de gas residual que pasa a través del turbocompresor hace girar una turbina (o ventilador) a una velocidad de aproximadamente 150.000 revoluciones por minuto (RPM). La energía cinética producida por la turbina funciona para comprimir el aire que se suministra al motor, permitiendo que más aire entre en un espacio menor. Como resultado de esto, el cilindro del motor puede quemar más combustible en cada ciclo de cuatro tiempos y mejorará la salida de potencia general del motor.
Averías del turbocompresor
El calor y la fricción pueden hacer que los cojinetes del turbocompresor se desgasten si el componente no está bien lubricado. Un bajo nivel de aceite o fugas de aceite son dos de las causas más comunes de averías del turbocompresor. Si esto sucede, probablemente lo primero que notarás es una caída en la potencia de aceleración. Es posible que notes un cambio en el ruido que hace el turbocompresor y un aumento de humos de escape desde el tubo de escape.
Convertidor catalítico
Todos los vehículos de carretera nuevos se deben construir con catalizadores. Ubicado entre el colector de escape (o turbocompresor) y el tubo de escape, el convertidor catalítico es responsable de descomponer las moléculas de escape en elementos menos dañinos (principalmente, oxígeno y agua). Aún se liberarán algunos gases contaminantes hacia la atmósfera pero el efecto perjudicial sobre el medio ambiente se reduce considerablemente.
El catalizador es una caja metálico cilíndrica o rectangular que está atornillada a la parte inferior del vehículo. Los gases residuales del motor se canalizan a través de un filtro denso en forma de panal en el convertidor catalítico, que está recubierto con una sustancia catalizadora (en la mayoría de los vehículos, el catalizador es platino, paladio o rodio). Las moléculas de gases residuales reaccionan con la sustancia catalizadora, descomponiéndose en sus componentes atómicos menos dañinos antes de ser liberados al medio ambiente.
Averías del catalizador
Los convertidores catalíticos pueden averiarse si se sobrecalientan o se contaminan con sustancias que destruyen la sustancia catalizadora. La gasolina con plomo es la principal culpable de la contaminación del catalizador, aunque rara vez se vende en los Estados Unidos. Toma en cuenta que tu vehículo solo puede aceptar gasolina sin plomo. Rellenar el tanque con gasolina con plomo por error puede arruinar el convertidor catalítico.
El aceite de motor y el refrigerante del motor también son capaces de contaminar el catalizador y restringir el flujo de los gases de escape a través del dispositivo. Si el convertidor catalítico se obstruye por alguna sustancia, probablemente notarás una gran disminución en el rendimiento del motor. Otros síntomas de averías del catalizador incluyen humo de escape oscuro y oloroso, aceleración limitada y calor extremo debajo del vehículo.
Robo de convertidores catalíticos
Se sabe que los ladrones oportunistas desatornillan o cortan los catalizadores debajo de los vehículos desatendidos. Lamentablemente, los metales preciosos y semipreciosos utilizados en los convertidores catalíticos se pueden vender fácilmente como chatarra, a precios desde $50 hasta $250. Este es un problema tan importante para los convertidores catalíticos más nuevos, que están hechos con catalizadores menos valiosos para ser una tentación menor para los ladrones. Sin embargo, cualquier vehículo producido después de 1975 (cuando el uso de catalizadores se hizo obligatorio) puede ser un objetivo. Toma en cuenta que los vehículos grandes como camionetas pickup y SUVs son particularmente vulnerables, ya que su mayor distancia hacia el suelo facilita que los ladrones se arrastren debajo y accedan al convertidor.
Para proteger el vehículo contra el robo del catalizador, ten cuidado sobre dónde estacionas. Cuando estés en casa, parquea el automóvil en el camino de entrada en lugar de hacerlo en la calle o, mejor aún, ponlo en la cochera. Cuando estaciones en otra parte, elegir áreas bien iluminadas y lugares de estacionamiento con cámaras de seguridad debería mantener a raya a los ladrones. La mayoría de los ladrones de convertidores catalíticos están buscando dinero fácil, por lo que dificultarles las cosas por lo general es suficiente para mantener tu vehículo seguro. Si quieres tener la certeza de que tu catalizador está seguro, puedes comprar e instalar un anclaje de protección del convertidor catalítico o pedirle a tu mecánico que suelde metal adicional alrededor del dispositivo.
Silenciador
Es posible que hayas notado que tu automóvil es bastante silencioso, ¡considerando los ciclos continuos de explosiones que suceden debajo del cofre! Esto es gracias a un solo componente del escape: el silenciador. Ubicado entre el catalizador y el tubo de escape, el silenciador o mofle filtra el sonido fuerte y abrasivo producido en el motor de combustión del automóvil. Funciona reflejando las ondas de sonido en una serie de tubos delgados contenidos en una carcasa cilíndrica metálica. Esto reduce el volumen general y el rango de frecuencia del sonido que emana del vehículo.
Averías del silenciador
Si hay algo mal con el silenciador del vehículo lo notarás rápidamente, ya que el síntoma más común de una avería del silenciador es el aumento de los ruidos de escape. La mayoría de los silenciadores de los vehículos de pasajeros modernos duran de cinco a siete años antes de que deban ser reemplazados. Sin embargo, pueden ocurrir problemas antes que esto debido a:
- 1
Erosión salina.
Esto puede ser causado por la sal en el aire en las regiones costeras o una exposición habitual a la sal del camino (utilizada para evitar acumulaciones de hielo en la carretera). - 2
Impacto.
Conducir sobre reductores de velocidad o a través de baches profundos puede dañar el silenciador.
Además de los ruidos fuertes del escape, un silenciador averiado puede causar fallas en el motor y acumulación de condensación que se filtra del tubo de escape.
Tubo de escape
Después de que los gases residuales han pasado por el catalizador y el silenciador, se liberan al medio ambiente a través del tubo de escape. Este tubo metálico está atornillado a la parte inferior del vehículo con un extremo que sobresale de la defensa trasera, como una especia de chimenea horizontal. Los tubos de escape son relativamente resistentes, aunque todavía propensas a sufrir corrosión, óxido y daños por impacto. Los servicios mecánicos regulares deberían detectar problemas del tubo de escape antes de que produzcan otros problemas en el sistema de escape y el motor.
Es importante limpiar el exterior del vehículo con regularidad y revisar el tubo de escape en busca de bloqueos en condiciones de nieve o barro. Si un objeto o sustancia se atasca en el tubo de escape, los gases residuales peligrosos se podrían acumular en el sistema de escape y filtrarse al compartimento de los pasajeros del vehículo.
Mantenimiento del sistema de escape
Toma en cuenta que la práctica de inhabilitar el silenciador del escape para aumentar el ruido que el vehículo produce es ilegal. Si haces modificaciones al sistema de escape para incrementar el ruido o la potencia del motor, es probable que tu vehículo no supere la inspección de escape y emisiones.
Es importante que te revisen el sistema de escape con regularidad para mantener una economía de combustible óptima y protegerte contra las peligrosas fugas. El manual del propietario del automóvil incluirá recomendaciones para el mantenimiento y las frecuencias de servicio mecánico del escape. Un aumento de los gases de escape, los olores habituales del escape y ruidos de traqueteo debajo del vehículo son indicadores de que algo anda mal con el sistema de escape. Si notas alguno de estos problemas, solicita un servicio mecánico para tu automóvil de inmediato.