Consumo de Alcohol y Problemas Sensoriales - Una Receta para Errores al Volante
Updated 3 de Febrero de 2021Los efectos del alcohol en tu cerebro empiezan solo minutos después de tomar el primer sorbo de tu bebida. El cerebro humano es una herramienta de procesamiento tan poderosa que requiere de cierta cantidad de sangre para funcionar de manera eficiente. Cada minuto, alrededor de 750 mililitros de sangre pasan por el cerebro. Si tu BAC es alto, el deterioro de los procesos neurológicos será rápido y significativo.
Tu cerebro es la joya de la corina del sistema nervioso central, que envía y recibe mensajes a través del cuerpo para manejar los procesos corporales, recopilar información y controlar tus movimientos. Estos mensajes se transmiten a través de las neuronas, que se ven afectadas por el alcohol. Como el cerebro tiene una concentración extremadamente alta de neuronas, es particularmente vulnerable a los efectos de la intoxicación por alcohol.
Cuando las neuronas no pueden enviar señales de manera efectiva, todos los procesos de tu cuerpo se ven comprometidos. Tu capacidad mental se verá afectada y tus músculos no responderán a las instrucciones con la eficacia habitual. El impacto negativo del alcohol en tu capacidad de manejo será más grave a medida que te emborrachas más.
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Ebriedad leve.
Experimentarás problemas de enfoque, incapacidad de razonamiento, poca capacidad de juicio y pérdida de memoria. - 2
Ebriedad moderada.
Tus reflejos y tu coordinación se verán alterados conforme tu control muscular empeora. - 3
Ebriedad avanzada.
Eventualmente, se verán afectadas las funciones corporales “automáticas” como respirar o controlar los órganos vitales. Esto se da en la intoxicación por alcohol más grave, que a menudo conduce a la muerte.
Alcohol en el sistema nervioso
El sistema nervioso es la red de nervios que conectan cada tejido de tu cuerpo con mensajes enviados a través de la médula espinal y el cerebro (que comprenden el sistema nervioso central). El sistema nervioso central organiza y coordinar dos tipos de “acciones” en el cuerpo:
- Acciones vitales que no requieren de órdenes de pensamiento. Como el latido del corazón, la respiración, la liberación de hormonas, la digestión, etc.
- Acciones deliberadas que no requieren de órdenes de pensamiento. Por ejemplo, estirarte sobre una mesa para recoger tu café o presionar tu pie en el acelerador.
Las drogas y el alcohol alteran los procesos del sistema nervioso central. Estas sustancias pueden ser extremadamente peligrosas si se usan sin cuidado, ya que interfieren con la capacidad del sistema nervioso de realizar las tareas deliberadas Y las tareas inconscientes. Consumir incluso una pequeña cantidad de alcohol afectará las funciones de todo tu cuerpo. Una borrachera grave puede afectar las funciones corporales vitales, provocando insuficiencia orgánica, daño cerebral y la muerte.
El alcohol es un depresor, que significa que “hace más lento” el sistema nervioso y te hace sentir sueño, lo que es extremadamente peligroso si estás manejando. Además, el alcohol interfiere con la capacidad del cuerpo de plasmar un sueño de buena calidad que te brinde descanso. Por consiguiente, el consumo regular de alcohol puede llevar a un patrón de sueño alterado que te dejará más susceptible a la fatiga y a dormirte al volante, incluso cuando no hayas tomado.
Efectos en las habilidades motoras
Tu cerebro controla todos los movimientos voluntarios que llevas a cabo. Puede que no hayas considerado esto antes, ya que la mayoría de nosotros no “pensamos” al poner un pie adelante del otro al caminar o “decidimos” cuánta presión aplicar a un objeto que estamos manejando. No notamos que nuestro cerebro hace estos cálculos cuidados o envía las instrucciones precisas a los músculos. Sin embargo, rápidamente notamos cuando estos procesos se ven alterados por el estado de ebriedad. Puede que sea gracioso cuando el alcohol te hace tirar una bebida, chocarte con una mesa o tropezarte con tus propios pies, pero cuando se trata de conducir, la pérdida de habilidades motoras no es una broma.
Las habilidades motoras que damos por sentadas son esenciales para un manejo seguro. Necesitamos poder ejecutar movimientos precisos con rapidez y precisión al responder a los cambios en el entorno de la carretera. Si tu cerebro se ve afectado por el alcohol, controlar tu automóvil será más desafiante y estarás más susceptible a cometer errores mortales.
Beber alcohol altera las habilidades motoras de dos maneras:
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El alcohol te hace menos coordinado.
Tus músculos responderán menos a las instrucciones de tu cerebro. Al conducir, una mala coordinación podría dejarte perdido en busca de los controles del automóvil que habitualmente utilizas sin mirar, o sin encontrar el pedal del freno cuando necesitas reducir la velocidad o detenerte. - 2
El alcohol hace más lentas tus reacciones.
Cuando el cerebro está afectado por el alcohol, te llevará más tiempo procesar información y decidir cómo actuar. Al momento en que ejecutes una maniobra al conducir, puede que sea demasiado tarde para evitar un peligro.
Efectos en la visión
El alcohol tiene un efecto perjudicial polifacético en la visión. Cuando tu sistema nervioso se altera:
- Tus ojos no podrán moverse tanta rapidez o precisión para examinar la carretera.
- Tus pupilas no podrán expandirse y contraerse con normalidad, dejándote susceptible a cegarte por las luces brillantes o sin poder ver con claridad en la oscuridad.
- Será más difícil enfocarte en objetos específicos ya que tu cornea y tus cristalinos estarán afectados.
El efecto combinado de estos problemas de visión te dejará sin poder registrar detalles importantes e incapaz de recopilar información sobre el entorno completo de la carretera. También tendrás un mayor riesgo de desconectarte o dormirte al volante, ya que estarás visualmente separado de los alrededores.
Efectos en la memoria y el enfoque
El alcohol también afecta tu capacidad de comprender y evaluar la información que recabas del entorno de manejo, alterando dos funciones vitales:
- La memoria. El alcohol lleva a una pérdida de memoria y problemas para organizar tus ideas. Debes poder acceder a los recuerdos guardados de manera rápida y eficaz para darle sentido a lo que ves en la carretera.
- El enfoque. El alcohol hace difícil tener claridad de pensamiento. En estado de ebriedad, tu mente se desviará de las tareas actuales y se preocupará por recuerdos o ideas no relacionadas.
Efectos en tu capacidad de juicio
Uno de los efectos más peligrosos del alcohol es el deterioro de la capacidad de juicio y de razonamiento. Con la misma información a tu alcance, no podrás tomar las mismas decisiones cuando estás ebrio que cuando estás sobrio. Esto a menudo lleva a tomar riesgos innecesarios al conducir. El efecto del alcohol en la capacidad de juicio es una de las razones principales por las que la gente toma y maneja. Después de unas bebidas, es posible que no puedas reconocer lo ebrio que estás. O podrías simplemente decidir que conducir es un riesgo que vale la pena. Gracias a cientos de miles de colisiones por conducción en estado de ebriedad que ocurren en el país todos los años, sabemos cómo suelen terminar estas estúpidas decisiones de juicio.
Una receta para los errores al volante
Los efectos cognitivos combinados del alcohol crean condiciones perfectas para los errores de conducción. Cuando estés bajo la influencia del alcohol, no podrás recopilar la información visual completa del entorno de carretera. Aún si tu visión no está afectada, no podrás recorrer tu memoria y darle sentido a lo que has visto con la misma eficacia que estando sobrio. Si por milagro logras examinar y evaluar el entorno de carretera de forma eficiente, seguirás teniendo un riesgo alto de chocar en estado de ebriedad debido a que el alcohol te dejará con una escasa capacidad de juicio.
Los problemas cognitivos y sensoriales provocados por el consumo de alcohol son lo suficientemente peligrosos en sí mismos. Tristemente, no son la única desventaja con la que tendrás que lidiar si decides beber y conducir. A continuación, repasaremos los efectos físicos del alcohol.