Regulaciones sobre Conducción Ebria: ¿Qué tan eficaces son?
Updated 2 de Febrero de 2021La restricción y regulación del alcohol ha demostrado ser un arma eficaz contra la conducción ebria en Estados Unidos. En 1982, cuando es estableció la Comisión Presidencial Contra la Conducción en Estado de Ebriedad (PCDD, por sus siglas en inglés), la conducción afectada por el alcohol estaba considerada como una epidemia nacional. Tan solo en ese año, la conducción ebria cobró 21.113 vidas, representan casi un 50% de todas las muertes relacionadas con el tráfico.
La PCDD definió 39 “recomendaciones” para atacar el problema del manejo ebrio por completo, que incluían sanciones más fuertes para los conductores borrachos condenados, campañas públicas contra la conducción en estado de ebriedad y programas de concientización para jóvenes. La más notable entre las 39 recomendaciones fue la propuesta de atacar la conducción ebria de menores, al elevar la edad mínima legal para consumir alcohol. En 1984, el presidente Reagan firmó la Ley de Edad Mínima Legal para Consumir Alcohol, fijando la edad mínima legal para tomar alcohol en 21 años. Para 1987, todos los 50 estados ya habían adoptado este nuevo límite.
En 1998, el presidente Clinton propuso públicamente un nuevo límite BAC de 0.08% a nivel nacional para que fuera ilegal manejar un vehículo cumpliendo o superando este límite. En los años siguientes, el gobierno aplicó presión a los gobiernos estatales, instándolos a adoptar el límite de 0.08%. Para 2004, conducir con un BAC de 0.08% o mayor era ilegal en todos los 50 estados y el Distrito de Columbia. Al igual que la Ley de Edad Mínima para el Consumo del Alcohol, esta fue una importante victoria en la lucha contra la conducción ebria.
Menos muertes por conducción ebria
La población en los Estados Unidos aumenta cada año, al igual que el número de conductores con licencia que utilizan nuestras carreteras. De ello se infiere que el número de incidentes y muertes por conducción ebria también debería aumentar año con año. Hasta 1982, generalmente esto fue así. Desde ese entonces y con cada hito importante en las reformas contra la conducción en estado de ebriedad, hemos visto una caída considerable en las muertes por conducción ebria a nivel nacional.
Entre 1982 y 2016, las muertes por manejar ebrio se redujeron a la mitad a pesar de que la población de los Estados Unidos aumentó casi en 100 millones de personas. Mira estas cifras anuales:
- En 1982 hubo 21.113 muertes por conducción ebria.
- En 1991 hubo 15.827 muertes por conducción ebria.
- En 2007 hubo 13.041 muertes por conducción ebria.
- En 2016 hubo 10.497 muertes por conducción ebria.
Desde 1991, se estima que se han salvado 90.000 vidas como resultado de las leyes de conducción en estado de ebriedad y las políticas sobre consumo de alcohol más estrictas.
Las leyes estrictas de alcohol salvan vidas
La correlación entre la implementación de las leyes sobre alcohol más estrictas y la disminución de las muertes por conducción ebria a nivel nacional no es coincidencia. Como evidencia de que las leyes más estrictas salvan vidas debemos mirar la relación entre las medidas contra la conducción en estado de ebriedad y el número de muertes por conducción en estado de ebriedad de los estados individualmente. A pesar de que la Edad Mínima Legal para Consumir Alcohol (MLDA, por sus siglas en inglés) y el límite BAC para los conductores son leyes de cumplimiento nacional, todavía hay muchas diferencias entre los estados en cuanto a las tasas de mortalidad por conducción ebria.
En 2017, el promedio nacional de muertes por conducción en estado de ebriedad por cada 100.000 personas fue de 3.4. De un estado a otro, la tasa varió desde un 1.5 (New York) hasta un 7.6 (Wyoming). ¿Por qué la diferencia tan significativa?
Un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine buscó responder esta pregunta. Los investigadores analizaron la eficacia de 29 políticas de control de alcohol alrededor del país y compararon los resultados con el número de muertes por conducción ebria en cada estado. El objetivo era si los estados con las medidas de control de alcohol más estrictas y completas tenían también las tasas de mortalidad más bajas. Y si era así, cuáles medidas se podían identificar como las más efectivas. Quizás sin mayores sorpresas, el equipo encontró que en los estados con regulaciones estrictas las probabilidades de que ocurrieran muertes de tránsito relacionadas con el alcohol eran más bajas.
Las políticas que fueron analizadas en este innovador estudio no se limitaron solo a las leyes y sanciones por conducción ebria. Los investigadores también valoraron las medidas de control de alcohol más amplias que no estaban directamente relacionadas con el manejo. Estas políticas incluyeron:
- Leyes de identificaciones falsas.
- Leyes de concentración de alcohol en la sangre.
- Leyes y sanciones relacionadas con el suministro de alcohol a menores.
- Restricciones de horarios de venta de alcohol.
- Leyes de contenedores abiertos.
- El uso de puntos de control de sobriedad.
- Impuestos a las bebidas alcohólicas.
- Programas y campañas de concientización sobre el consumo de alcohol.
- Revocación de licencia administrativa por DUI.
- La presencia y eficacia de los comités de Control de Bebidas Alcohólicas (ABC).
- Políticas de entregas de alcohol a domicilio.
A cada estado se le asignó una puntuación entre 1 y 5 según la eficacia de cada una de estas medidas, siendo 5 la eficacia máxima. Por lo tanto, los estados con los puntajes totales más altos fueron aquellos en que:
- El alcohol es más difícil de conseguir.
- Romper las leyes sobre alcohol conlleva sanciones más estrictas.
- Las campañas de concientización de alcohol eran más extendidas y tenían buena financiación.
Los resultados de este estudio mostraron que los estados con los entornos de políticas más estrictas contra el alcohol generalmente tenían las tasas de mortalidad más bajas de muertes por conducción ebria. No hay duda de que las leyes estrictas sobre el consumo de alcohol salvan vidas.
La medida más efectiva contra el DUI
Los datos del estudio mencionado anteriormente indican que las políticas que reducen el consumo el alcohol y el consumo excesivo de las bebidas alcohólicas son igual de importantes que las políticas que se refieren específicamente a la conducción en estado de ebriedad. Reducir el abuso de alcohol en general parece ser una táctica efectiva para reducir los incidentes de conducción afectada por el alcohol. Esto seguramente es porque una vez intoxicada una persona es increíblemente susceptible a tomar decisiones tontas y peligrosas, como ponerse al volante.
La prevalencia de los puntos de control de sobriedad (barricadas en las que los conductores se someten a pruebas aleatorias de intoxicación por alcohol) tuvo una conexión directa con el número de muertes de tránsito relacionadas con el alcohol. Se descubrió la misma conexión en un estudio diferente realizado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que concluyó que los puntos de control de sobriedad pueden reducir la prevalencia de las colisiones por conducción en estado de ebriedad en alrededor de un 9%. Parece que aumentar el riesgo de las repercusiones legales también es un elemento disuasorio eficaz.
Continuar con el avance
Por los últimos cuatro o cinco años, el número de personas que murieron en accidentes por conducción ebria en los Estados Unidos ha rondado la marca de las 10.000. Esto significa que alrededor de un 30% de las muertes de tránsito todavía se relacionan con el alcohol y que los gobiernos estatales siguen teniendo trabajo que hacer en la lucha contra la conducción ebria. En última instancia, todas las leyes, restricciones y sanciones del mundo no tienen ningún significado a menos que los conductores individualmente se comprometan a tener un comportamiento responsable. ¡O sea, tú! El alcohol es peligroso, puede llevarte a tomar decisiones terribles y es ilegal si tienes menos de 21 años. La única forma de permanecer seguro es mantenerte lejos.