La Fisiología de Manejar Ebrio: Visión, Habilidades Motoras y Tiempo de Reacción
Updated 3 de Febrero de 2021Manejar es una actividad que requiere coordinación física, reacciones rápidas, observación precisa y la capacidad de procesar información en eficacia. Como el estado de ebriedad tiene un efecto adverso para estas habilidades, afectará significativamente tu capacidad de conducir de forma segura.
Por ejemplo, al manejar ebrio:
- Una visión deteriorada te dejará sin poder interpretar las señales de tránsito o detectar los peligros en la carretera.
- Las reacciones afectadas harán que tus maniobras sean descuidadas. Es posible que gires muy abierto, pares de manera abrupta o no lo suficiente rápido.
- Los problemas de enfoque podrían hacer que olvides tareas importantes como encender las luces o verificar tu velocidad.
Además de estos problemas obvios, el hecho de encontrarte en estado de ebriedad podría ponerte en peligro si te empiezas a sentir mal. El alcohol puede provocar mareos, náuseas y otra gran variedad de molestias físicas que podrían distraerte de la tarea de conducción. Analicemos los peligros específicos de manejar bajo la influencia con más detalle.
Efectos del alcohol en la visión
Es imposible conducir de manera segura sin una buena visión. Si bien los demás sentidos son importantes, la mayor cantidad de información que los conductores reúnen del entorno de la carretera se recopila a través de los ojos. Cuando la vista se ve alterada, tu imagen mental de la carretera alrededor de tu vehículo estará incompleta. Si pierdes información vital (por ejemplo, una señal de alto o tráfico que se aproxima) tu evaluación de la carretera será imprecisa y no podrás tomar decisiones de manejo seguras.
Fijación en un objeto
La fijación de un objeto (mirar fijamente un objeto o un punto en la carretera por mucho tiempo) es un riesgo importante para los conductores en estado de ebriedad. Como el alcohol afecta el sistema nervioso y limita el control de tu cerebro sobre tu cuerpo, los pequeños músculos que mueven tus ojos se verán afectados. Cuando tus ojos no se pueden mover con facilidad, estarás más susceptible a fijarte en un solo punto. Cuando esto sucede, es posible que pases por alto todo tipo de eventos importantes que ocurren en otras partes del camino. Los objetos detrás o a un lado del vehículo y cualquier cosa que se encuentre en los puntos ciegos pasarán inadvertidos.
Incapacidad para enfocarse
Las corneas y los cristalinos en tus ojos responderán menos a las señales del cerebro cuando hayas consumido alcohol. Estos componentes son los que habitualmente permiten que tus ojos se enfoquen en un objeto específico, recabando información importante y detallada sobre una parte determinada de la carretera. Cuando estés ebrio, tendrás problemas para enfocarte en los detalles finos como las señales de tránsito, los semáforos o las escenas de la carretera a la distancia. Si el alcohol ha afectado la precisión de tus cristalinos, incluso puede que empieces a ver doble.
Visión borrosa
Cuando estás bajo los efectos del alcohol, tu visión a larga distancia se vuelve más deficiente. Los objetos, otros vehículos y los dispositivos de control de tráfico vitales en tu área de objetivo aparecerán borrosos. Podrías tener problemas para distinguir entre los carriles de la carretera o determinar la ubicación precisa de otros usuarios de carretera.
Sensibilidad a la luz
El alcohol afecta tu capacidad para identificar los contrastes. Esto se traduce en una dificultad para distinguir entre diferentes objetos en un tramo de la carretera que tenga una iluminación tenue o demasiado brillante. Cuando busques en la carretera adelante es posible que confundas un peatón con una señal de tránsito o a un vehículo con un contenedor de basura. Esta incapacidad para distinguir entre los objetos es un peligro en cualquier condición, aunque es particularmente mortal de noche, con mal tiempo o cuando hay mala visibilidad por algún otro motivo. Trágicamente, la mayoría de los incidentes por DUI suceden de noche cuando la visibilidad es baja, ya que las ocasiones sociales para tomar alcohol son durante las noches. No sorprende que los conductores borrachos sean los causantes de tantas colisiones nocturnas.
La incapacidad de ver contrastes se da como resultado del efecto el alcohol en las pupilas. En una persona saludable y sobria, las pupilas se expanden y se contraen rápidamente para permitir que pase más luz o evitar que entre una luz peligrosamente brillante, dependiendo de las condiciones cambiantes de la luz. Esta reacción se ve disminuida en gran medida por el alcohol. En estado de ebriedad, te pasará lo siguiente:
- Un cambio repentino de oscuridad a claridad (como cuando un vehículo con luces altas activadas se aproxima de noche) podría causarte dolor o ceguera temporal.
- Un cambio súbito de claridad a oscuridad (como cuando giras desde una calle bien iluminada a un camino secundario más oscuro) podría dejarte incapaz de registrar detalles. Todo parecerá negro hasta que tus ojos se ajusten, un punto en el que ha podrías haber chocado contra otro usuario de carretera y conducido fuera de la carretera.
Percepción de profundidad y visión periférica
Los conductores a menudo experimentan “visión de túnel” cuando han estado bebiendo, debido a que el alcohol reduce el alcance de la visión periférica. Esto te haría mucho menos consciente de los eventos que pasan a un costado del vehículo. Además, se verá afectada tu percepción de profundidad. Cuando la percepción de profundidad se altera, tendrás dificultades para determinar qué tan lejos están los objetos y cuánto espacio tienes alrededor de tu vehículo. Como resultado de esto, será prácticamente imposible gestionar los espacios de la carretera de forma efectiva.
La visión es posiblemente la habilidad más importante de un conductor. Sin ella, todas las demás acciones que realices y las decisiones que tomes detrás del volante serán desinformadas y potencialmente inseguras. No dejes que el mal juicio impulsado por el alcohol te convenza de que eres un conductor “suficientemente bueno” para manejar de manera segura después de haber tomado alcohol. ¡No hay un conductor en este planeta lo suficientemente capaz para conducir con seguridad sin el uso completo de tus ojos!
Efectos del alcohol en las habilidades motoras
Ya hemos abordado el efecto del alcohol en las habilidades motoras en módulos anteriores de este bloque. Ahora, exploraremos el tema con mayor profundidad para saber qué significan realmente para ti como conductor tener las habilidades motoras deterioradas. El término “habilidades motoras” describe la capacidad de una persona de mover su cuerpo. Una persona con buenas habilidades motrices tiene:
- La capacidad de mover el cuerpo con precisión (por ejemplo, estirarse para presionar un botón pequeño en una tablero de controles sin “fallar”)
- La capacidad de controlar la velocidad del movimiento (por ejemplo, mover la mano rápidamente para agarrar un objeto que cae hacia el suelo o mover tu mano lenta y suavemente sobre un papel para dibujar una línea)
- La capacidad de controlar la fuerza del movimiento (por ejemplo, agarrar un objeto pesado firmemente o un objeto delicado suavemente)
- La capacidad de coordinar más de un movimiento (por ejemplo, presionar el pedal del freno con tu pie mientras cambias de marcha con tu mano)
Estas habilidades motoras son absolutamente vitales para el acto físico de conducir. Desde que aprendemos a controlar nuestros cuerpos a temprana edad de nuestra infancia, hacemos estas cosas miles de veces por día sin detenernos a pensarlo. Sin embargo, bajo los efectos del alcohol los mensajes enviados desde nuestro cerebro para controlar las habilidades motoras se alterarán y no podemos mover nuestro cuerpo con precisión, rapidez, fuerza exacta o de manera coordinada.
Los efectos del alcohol en las habilidades motoras son la razón por la cual un oficial de policía podría pedirle a un conductor ebrio que camine en línea recta o se toque la punta de la nariz con los ojos cerrados. Si está aunque sea un poco afectado por el alcohol, no podrá ejecutar estas simples tareas. Ahora bien, ¡imagina cómo se verán afectadas tus habilidades de manejo si no puedes caminar en línea recta! Manejar es una tarea física mucho más compleja.
Cuando conduces bajo la influencia del alcohol:
- 1
Un control muscular deficiente hará más difícil ejecutar tareas de manejo básicas como cambiar de marcha, activar los intermitentes o aplicar una presión gradual sobre el freno.
- 2
La falta de equilibrio y un escaso control de la velocidad y la fuerza te llevará a compensar demasiado los errores pequeños.
- 3
Una mala coordinación resultará en movimientos ineficaces y problemas para manejar múltiples tareas sucesivamente.
Las maniobras que requieren varias acciones al mismo tiempo (como arrancar desde un punto muerto o realizar un giro) parecerán increíblemente difíciles. - 4
La incapacidad de moverte con rapidez afectará el tiempo de reacción.
Puede que decidas maniobrar alrededor de un peligro en la carretera pero serás físicamente incapaz de moverte lo suficientemente rápido para evitar una colisión.
Un tiempo de reacción alterado es probablemente el efecto del consumo de alcohol más peligroso más allá de los problemas de visión. Evitar un peligro inmediato no será el único momento en que debas reaccionar rápidamente detrás del volante. Eventos normales de manejo como parar en una intersección o incorporarte a un nuevo carril serán muy peligrosos si no puedes ejecutar movimientos con rapidez.
Tiempo de reacción
Manejar ebrio es un error mortal. Intentar conducir con mala visión O habilidades motoras limitadas sería increíblemente peligroso, ¡y todavía más cuando estos problemas se dan al mismo tiempo! Si te subes al asiento del conductor con alcohol en tu sistema, tendrás que lidiar con ambas dificultades, además de una memoria debilitada, la incapacidad de pensar claramente y una mala capacidad de juicio.
Si bien los efectivos negativos del alcohol a nivel físico y mental son profundos y complejos, todo puede reducirse a un solo problema paralizante: un tiempo de reacción más lento. Subir al auto y manejar de punto A al punto B sin incidentes dependerá de tu capacidad para adaptar tu comportamiento a los cambios del entorno de la carretera. Cuando estás ebrio, se alteran TODAS las etapas de este proceso:
- 1
Es posible que no puedas VER que necesitas cambiar tu comportamiento debido a una visión deficiente.
- 2
Quizás no logres RECONOCER la necesidad de un cambio de comportamiento si tu memoria y tu razonamiento están afectados.
- 3
Podrías DECIDIR una respuesta inadecuada al entorno cambiante si tu juicio está deteriorado.
- 4
Puede que no logres EJECUTAR un cambio de comportamiento eficaz si tienes problemas con tus habilidades motoras.
Incluso cuando tu mente y tu cuerpo intoxicados se las ingenian para superar estas etapas sin cometer un error, lo harás mucho más lento de lo usual. Para el momento en que intentes parar, reducir la velocidad, acelerar, incorporarte a un carril o girar, podrías haberte pasado un semáforo rojo, chocado contra otro automóvil, golpeado a un peatón o caído fuera de la carretera.
No hay un nivel seguro de ebriedad
¿Cuál cantidad es segura para beber antes de manejar? Esta es una pregunta muy importante, con una respuesta muy clara.
La respuesta es: no existe NINGUNA cantidad segura.
La gente asume que cualquier cantidad de alcohol por debajo del límite BAC legal de 0.08% es segura, porque es legal. Esto no puede estar más alejado de la verdad. Sabemos que dos personas con la misma concentración de alcohol en la sangre pueden experimentar niveles de ebriedad totalmente diferentes. Además, los problemas por el alcohol empiezan solo minutos después del primer sorbo de tu primera bebida. ¡Hay estudios que sugieren que el alcohol afecta el comportamiento de una persona incluso antes de que llegue al cerebro!
Cuando están bajos los efectos de cualquier cantidad de alcohol, se sabe que las personas se comportan de forma distinta y toman decisiones diferentes. Dependiendo de la situación, podrías volverte más agresivo, imprudente, espontáneo o torpe. Incluso si tu visión y tus habilidades motoras parecen estar intactas, conducir con estos cambios de comportamiento sería una idea extremadamente mala.
Más que nada, el alcohol ciega a una persona al nivel de ebriedad que tiene. Lo que sientes como una ebriedad moderada podría parecer una ebriedad extrema para las personas sobrias que te rodean. Junta este efecto con el mal juicio y las probabilidades de que decidas manejar ebrio serán altas.
Las etapas de la borrachera
Todas las personas responden de manera diferente al alcohol, aunque hay ciertos efectos mentales y físicos que habitualmente se pueden asociar con los distintos niveles de ebriedad. Aquí detallamos los diferente estados de una borrachera y sus efectos, utilizando la concentración de alcohol en la sangre como medida del estado de ebriedad. Toma en cuenta que la cantidad de alcohol que una persona ha consumido no necesariamente determina su BAC. Cuánto alcohol llega a la sangre y cómo respondes ante ello estará determinado por tu edad, peso, estado emocional, experiencia con el alcohol, ingesta de alimentos y genética.
Dicho esto, puede ser útil tener una idea general de cómo reaccionará y cambiará tu cuerpo a medida que bebes. Veamos la línea de tiempo de consumo de alcohol típico:
La primera bebida (BAC 0.02%)
Puede que creas que puedes manejar con seguridad después de un solo trago, pero los estudios han demostrado que un BAC de tan solo 0.02% puede afectar negativamente la capacidad de conducción. Poco después de empezar tu primera bebida tendrás más relajación y será más difícil concentrarte.
BAC 0.02%
La mayoría de las personas con un BAC de 0.02% experimentan:
- Visión afectada moderadamente, incluyendo la capacidad limitada de localizar y seguir objetos
- Un cambio de ánimo
- Razonamiento moderado y problemas de capacidad de juicio
- Dificultades para enfocar la atención en una tarea
El umbral del "riesgo aumentado" (BAC de 0.05%)
Cuando el BAC llega a 0.05% empezarás a notar los efectos del alcohol. En este nivel, la mayoría de las personas se sienten relajadas, eufóricas y más sociables de lo normal.
BAC 0.05%
Los efectos físicos y mentales del alcohol en este nivel de ebriedad son:
- Un deterioro mayor de la capacidad de razonamiento, juicio y estado de alerta
- Coordinación física afectada
- Un tiempo de reacción más extendido
- Más problemas de visión, incluyendo la dificultad de enfocarte y una sensibilidad a la luz debilitada
- Sentidos apagados
- Comportamiento exagerado
Como puedes ver, tu capacidad de manejar con seguridad se verá afectada significativamente incluso antes de llegar al límite BAC legal.
El límite legal (BAC 0.08%)
En la mayoría de los estados, un BAC de 0.08% o mayor está por encima del límite legal de conducción para los conductores mayores de 21 años. Los conductores menores y comerciales por lo general están sujetos a un límite más bajo. Con un BAC de 0.08% la mayoría de las personas hablan y se emocionan mucho. Además, tendrás la dificultad de enfocarte y procesar información. Las tareas físicas también serán más difíciles de ejecutar de forma eficaz.
BAC 0.08%
En esta etapa de ebriedad, puedes esperar lo siguiente:
- Problemas para ejecutar varias acciones sucesivamente
- Un tiempo de reacción alterado significativamente
- Una falta de conexión con los alrededores, lo que a menudo resulta en un mal control de la velocidad al manejar
- Exceso de confianza y tendencia a un comportamiento de mayor riesgo
- Problemas significativos de enfoque, memoria y capacidad de juicio
- Desequilibrio, dificultades para hablar y problemas sensoriales
- Una visión muy deteriorada
Sobre el límite (BAC 0.10%)
Por encima del límite de 0.08%, los efectos físicos y mentales del alcohol se volverán considerablemente más claros. Las personas con un BAC de 0.10% experimentan una mala coordinación, dificultades para hablar y una completa total de inhibiciones. Es aterrador que, en esta etapa, muchas personas todavía no se dan cuenta de que están borrachas.
BAC 0.10%
Con un BAC de 0.10% sufrirás de:
- Un tiempo de reacción peligrosamente más extendido
- Deterioros graves de enfoque y capacidad de juicio
- Problemas significativos para controlar tu vehículo, incluyendo la incapacidad de mantenerte dentro de tu carril y dificultades para frenar de forma adecuada
La zona de alto peligro (BAC 0.15%)
Los deterioros de visión, juicio, enfoque y habilidades motoras seguirán empeorando conforme tu BAC aumenta.
BAC 0.15%
En 0.15%, serás totalmente incapaz de controlar tu vehículo o pensar con claridad, debido a:
- Una pérdida completa o casi completa de control muscular
- Náuseas, vómitos y una caída repentina en la temperatura corporal
- Una disminución potencialmente mortal de la frecuencia cardíaca y la respiración
- Confusión extrema
- Una falta de conexión total o casi total del entorno inmediato
- Incapacidad para reconocer personas, situaciones y objetos
Por encima del 0.15% de BAC
Las concentraciones de alcohol en la sangre por encima del 0.15% son extremadamente peligrosas y, a menudo, mortales. Las personas con un BAC más allá de este nivel suelen ser incapaces de conectarse con el mundo que les rodea de forma coherente o sensata. Esto es lo que sucedería si tu BAC sigue subiendo:
BAC 0.20% y más alto
- Con un BAC de 0.20% sentirás una somnolencia abrumadora y serás incapaz de controlar tu cuerpo.
- Con un BAC de 0.30% estarás inconsciente y bajo el riesgo de caer en coma.
- Con un BAC de 0.40% alcanzará un nivel de respiración disminuida y frecuencia cardíaca irregular que amenazarán tu vida.
- Con un BAC de 0.50% tu respiración y frecuencia cardíaca estarán tan afectadas que es probable morir de intoxicación por alcohol.
Contrario a lo que muchas personas asumen, no es tan difícil alcanzar un BAC de 0.40% o 0.50% si no bebes con responsabilidad. A un hombre de 150 libras le llevaría tomar 12 tragos estándar en un periodo de dos horas alcanzar un BAC de 0.50%. Esto se hace fácilmente y ha sucedido muchas veces como resultado de fiestas alocadas o presión de los pares.
Colisiones mortales relacionadas con el alcohol
Cualquier nivel de ebriedad aumenta las probabilidades de que un conductor se vea involucrado en una colisión mortal. Sin embargo, una persona que maneja con un BAC de 0.08% o mayor (por encima del límite legal) afronta un riesgo significativamente mayor de morir en un accidente de tránsito.
Accidentes mortales por manejar ebrio
En 2017, 29% de todas las colisiones mortales en los Estados Unidos involucraron al menos un conductor borracho. De estos accidentes relacionados con el alcohol:
- 17% involucraron conductores con un BAC de 0.01% a 0.07%
- 25% involucraron conductores con un BAC de 0.08% a 0.14%
- 58% involucraron conductores con un BAC de 0.15% o mayor
El hecho de que casi 60% de los accidentes mortales por manejo en estado de ebriedad involucraron conductores que estaban muy por encima del límite demuestra el profundo efecto del alcohol en la capacidad de juicio. A pesar de la ilegalidad obvia del acto y los deterioros notables que estas personas estaban sufriendo, aun así pensaron que manejar era una buena idea.
Conducción ebria entre los adolescentes
Los conductores jóvenes son los que tienen un mayor riesgo de provocar colisiones mortales por manejar borrachos. Un estudio confirmó que los conductores entre 21 y 24 años son los que tienen más probabilidades de morir o matar a otra persona al conducir en estado de ebriedad. Si no fuera por las políticas de “tolerancia cero” para los menores de 21 años que prohíbe que las personas menores de edad manejan con cualquier cantidad de alcohol en su sistema, sería muy probable que los conductores menores de 21 años sean los que provocaran más muertes. Los adolescentes y las personas jóvenes se ven particularmente afectados por el mal juicio como resultado del consumo de alcohol.
Otro estudio enfocado en los conductores con edades entre 16 y 19 años examinó cómo los diferentes niveles de BAC influenciaron el riesgo de un conductor de morir en una colisión de un solo vehículo. Al compararse con un BAC por debajo de 0.01%, los resultados mostraron que:
- Un BAC de 0.015% a 0.049% incrementó 2.5 veces las probabilidades de morir del conductor.
- Un BAC de 0.05% a 0.079% incrementó 9 veces las probabilidades de morir del conductor.
- Un BAC de 0.08% a 0.099% incrementó 40 veces las probabilidades de morir del conductor.
- Un BAC de 0.10% a 0.149% incrementó 90 veces las probabilidades de morir del conductor.
- Un BAC de 0.15% o mayor incrementó 420 veces las probabilidades de morir del conductor.
Estos resultados demuestran que aún un pequeño aumento del BAC lleva a un incremento sustancial del riesgo de muerte en una colisión de un solo vehículo para los conductores adolescentes. Antes de que llegues al límite BAC legal para adultos, tendrás 9 veces más probabilidades de cometer un error mortal.
La tasa de mortalidad por DUI
Alrededor de 10.000 personas mueren en accidentes de tránsito por conducción afectada por el alcohol cada año en los Estados Unidos. Esta enorme pérdida de vidas es difícil de comprender ya que los accidentes por conducción ebria son totalmente evitables. Los conductores deben darse cuenta de que manejar un vehículo con cualquier cantidad de alcohol en su sistema es inseguro y los deja con un riesgo mayor de cometer un error. Los efectos psicológicos del alcohol son profundos y empiezan a manifestarse en el mismo momento en que una bebida alcohólica toca tus labios. Una persona que ha consumido alcohol inmediatamente es menos capaz de examinar la carretera, tomar decisiones seguras y ejecutar maniobras de manera efectiva.