Manejar Bajo la Influencia de las Drogas: Conducción Afectada, Leyes y Sanciones
Updated 3 de Febrero de 2021Para la mayoría de las personas, la palabra “droga” invoca la idea de sustancias ilegales como heroína, cocaína o marihuana. Las drogas son, de hecho, una categoría mucho más amplia de sustancias. Como sociedad, nuestra relación con las drogas varía drásticamente dependiendo de la legalidad de la sustancia y si ha sido aceptada para uso médico. La mayoría de nosotros reaccionaríamos horrorizados si alguien nos ofrece heroína o metanfetaminas pero no lo pensaríamos dos veces para tragarnos un par de aspirinas para aliviar un dolor de cabeza.
La definición técnica de la palabra droga es:
“Una medicina u otra sustancia que tiene un efecto psicológico cuando se ingiere o se introduce de otra manera en el cuerpo”.
Según esta definición, el alcohol es una droga. ¡También los medicamentos con receta, la aspirina, los remedios para resfriados, la cafeína y hasta el jarabe para la tos!
Por supuesto, la mayoría de las drogas ilegales tienen el potencial de ser mucho más perjudiciales que los medicamentos de venta libre para el dolor. Sin embargo, todas las drogas crean una reacción química cuando se toman que altera temporalmente la forma en que el cuerpo funciona. Por esta razón, todas las drogas pueden ser peligrosas y tienen el potencial de afectar tu capacidad de manejo.
Muchas drogas tienen beneficios terapéuticos que pueden mejorar la calidad de vida de una persona que sufre por dolor o enfermedades. No es necesario evitar estos medicamentos si tu doctor u otro profesional médico cree que debes tomarlos. Sin embargo, se deben tratar con precaución y respeto, ya que consumir demasiado de una droga puede ser mortal. Nunca tomes un medicamento con receta que no ha sido prescrito específicamente para ti y cuando lo hagas siempre debes respetar la dosis indicada en el paquete. Todos los medicamentos tienen tres umbrales de dosis únicos:
- 1
Una dosis mínima.
El punto en el que una droga hace efecto en el cuerpo. Cualquier dosis debajo de este umbral sería inefectiva. - 2
Una dosis efectiva.
El punto en el que una droga proporciona el mayor beneficio terapéutico. - 3
Una dosis letal.
Las dosis iguales o superiores a esta cantidad son mortales.
Las personas que consumen drogas frecuentemente (ya sea con propósitos medicinales o recreativos) crearán una tolerancia a la sustancia de forma gradual. Esto significa que la cantidad de droga que deben tomar para alcanzar la “dosis efectiva” aumenta con el tiempo. La diferencia entre una dosis efectiva y una dosis letal se estrechará gradualmente, incrementando el riesgo de que ocurra una sobredosis accidental.
Es probable que ya sepas que es posible sufrir una sobredosis por sustancias como cocaína, heroína, metanfetamina, medicamentos con receta y medicinas de venta libre. Sin embargo, no son los únicos tipos de drogas con los que debes tener cuidado. Muchas sustancias perfectamente legales pueden ser mortales si se toman con una dosis lo suficientemente grande, incluso las drogas consumidas con mayor frecuencia como cafeína o nicotina.
- Una dosis letal de cafeína se encuentra alrededor de 10 g. Una taza de café promedio contiene entre 100 y 200 mg. Una persona tendría que tomar 50 a 100 tazas de café en un periodo corto para llegar a la dosis letal. Sin embargo, algunas pastillas de dieta y medicamentos similares contienen una dosis mucho mayor de cafeína y tienen un potencial mucho más grande de sobredosis, ya que es más fácil tragar 10 pastillas que tomar 50 tazas de café.
- Una dosis letal de nicotina se encuentra alrededor de 40 a 60 mg. Una persona tendría que fumar cerca de dos paquetes de cigarrillos en inmediata sucesión para llegar a esta dosis. Sin embargo, dosis mucho menores que ésta todavía son tóxicas y han demostrado que producen otra variedad de efectos psicológicos peligrosos. ¡Más malas noticias para los fumadores empedernidos!
Consumir una droga de manera incorrecta o irresponsable puede provocar efectos secundarios desagradables a corto plazo, enfermedad física y mental duraderas, daños permanentes a tu cerebro y tu cuerpo o la muerte. Como conductor nuevo y adulto joven debes comprender las consecuencias de poner sustancias químicas en tu cuerpo.
Algunas drogas son totalmente ilegales, otras son legales para comprar con una receta médica y muchas son legales con venta libre en cualquier tienda del país. Las drogas también están “escondidas” en muchos productos de consumo populares que aseguran ayudarte a perder peso, mantenerte alerta, estudiar más fuerte, tener una piel más clara o dormir mejor. Si un producto sugiere que puede alterar el funcionamiento normal del cuerpo de alguna forma, debes tratarlo con mucha precaución. ¡Recuerda que legal no siempre equivale a seguro!
Uso legal de drogas
Los medicamentos y las drogas legales se pueden usar de manera responsable. Si bien esto no es 100% seguro, sí disminuye drásticamente el riesgo de lesiones, enfermedades, deterioro y sobredosis. Por ejemplo:
- La morfina y los analgésicos opiáceos similares se pueden usar de forma segura bajo la supervisión de un profesional médico. Este tipo de droga se puede recetar si visitas una sala de emergencias con un brazo roto o una lesión dolorosa similar.
- Un farmacéutico puede recetar sedantes a alguien que sufre de trastornos del sueño.
- Cualquier persona puede comprar aspirina o ibuprofeno aliviar los síntomas de la gripe o el resfriado.
Por supuesto, la clave para que estas situaciones califiquen como uso de drogas “responsable” es que se tomarán los medicamentos:
- Con receta o supervisión de un profesional médico o
- Siguiendo las pautas médicas indicadas en el paquete
Cada una de las drogas mencionadas en estos ejemplos tiene el potencial de ser muy peligrosa si se toma con mucha frecuencia o en dosis grandes. Los médicos y farmacéuticos llevan años de entrenamiento médico para tener las calificaciones para decidir si es seguro utilizar una droga y en qué circunstancias, según la edad, salud, condición médica y medicina que esté tomando el paciente. Las drogas que se pueden comprar sin el permiso de un doctor todavía vienen con indicaciones estrictas de dosis y frecuencias impresas en el paquete. La única diferencia es que estas drogas se consideran un poco menos peligrosas, por lo que las personas pueden leer las pautas y administrar las drogas por su cuenta.
Manejo afectado por las drogas
La conducción afectada por las drogas es un problema creciente en los Estados Unidos. Debido a la gran variedad de diferentes sustancias legales e ilegales que pueden deteriorar la capacidad de manejo de una persona, es un problema que las agencias federales y estatales de seguridad encuentran difícil de abordar. La marihuana es la droga encontrada con mayor frecuencia en los reportes de toxicología de los conductores afectados, las víctimas de accidentes de tránsito y las personas involucradas en colisiones mortales. Los medicamentos con receta como los analgésicos opiáceos, anfetaminas (como Ritalina) y benzodiazepinas también tienen un lugar destacado en la lista de sustancias que se encuentran en los conductores afectados.
A diferencia del alcohol, los efectos de las drogas varían tan drásticamente que establecer un límite legal preciso en el que las personas no puedan conducir bajo la influencia de una droga es casi imposible. Además, muchas sustancias intoxicantes no se pueden detectar con una prueba de alcoholemia si un policía detiene a alguien por sospecha de DWI. En lo respecta a sustancias legales, la responsabilidad de determinar si un conductor es “apto para manejar” recae en los propios conductores. Tristemente, muchos de ellos no se dan cuenta que un medicamento que están tomando tiene el potencial de afectar su capacidad de manejo.
Las dosis relativamente bajas de muchos medicamentos con receta y de venta libra pueden hacer que una persona esté incapacitada para conducir. Cuando te receten un medicamento nuevo o una dosis más alto de una medicina existente, asegúrate de discutir con tu médico el potencial impacto que tendrá en tu capacidad de manejo. También debes monitorear tu bienestar físico y mental por tu cuenta, ya que algunas personas son sensibles a ciertas drogas y quedan afectadas con dosis mucho más bajas.
¿Quién está en riesgo?
Si una persona conduce bajo los efectos de las drogas, todos los usuarios de carretera que encontrará en su camino estarán en riesgo de sufrir una lesión seria o morir. Según el Estudio Nacional de Uso de Drogas y Salud (NSDUH, por sus siglas en inglés) realizado en 2014, los adolescentes y los jóvenes tienen el mayor riesgo de ponerse al volante estando bajo la influencia de las drogas.
Estadísticas de NSDUH
10.2 millones de personas mayores de 12 años admitieron conducir bajo la influencia de las drogas al menos una vez en el último año previo al estudio.
Se determinó que los jóvenes adultos entre 18 y 25 años tenían las probabilidades más altas de conducir bajo los efectos de las drogas.
10% de las personas entre 18 y 25 años admitieron manejar bajo la influencia de las drogas al menos una vez en el año previo al estudio.
Además de tener las mayores probabilidades de cometer una infracción por manejo bajo los efectos de las drogas, los adolescentes y los jóvenes adultos tienen más probabilidades de morir o sufrir lesiones graves en un accidente impulsado por las drogas. Los adolescentes tienden a correr riesgos por naturaleza debido a su limitada experiencia de vida. Además, no tienen el beneficio de años de experiencia para ayudarles a identificar los riesgos y tomar decisiones seguras al volante. Empeorar estas desventajas con un deterioro por las drogas es una receta para la tragedia y el desastre.
Drogas programadas
¿Quién decide cómo y en qué circunstancias una droga se puede usar legalmente? Esa responsabilidad recae en la administración de control de drogas (DEA) y la administración de alimentos y drogas (FDA). Estas dos agencias federales asignan un rango a la sustancia en la ley de sustancias controladas según sus aplicaciones médicas, su potencial para causar daños, qué tan probable es que se abuse de su consumo y su estatus internacional. Este será el tema de discusión de nuestro próximo artículo.
Si una droga está “controlada” hay restricciones en cómo se debe utilizar. La ley de sustancias controladas se divide en cinco “programaciones” o clasificaciones. El programa I contiene las drogas más peligrosas. Conforme nos movemos por los programas II a IV, las drogas se vuelven de forma gradual menos peligrosas y más reguladas. Dependiendo de a qué programa pertenezca, una droga puede ser:
- Ilegal para todos los usos excepto para investigación científica
- Legal para uso médico con receta pero sin compras adicionales automáticas.
- Legal para uso médico con receta pero solo puede comprarse en cinco ocasiones y no por más de seis meses después de la receta original.
- Legal para uso médico sin receta.
La ley de sustancias controladas cubre la mayoría de las drogas médicas y recreativas. Sin embargo, las sustancias no programadas (que no se cubren en esta ley) aún pueden ser increíblemente perjudiciales. El alcohol y el tabaco son probablemente los dos mejores ejemplos de eso, ya que matan a cientos de miles de personas cada año y no tienen aplicaciones médicas, pero aun así son legales para que cualquier adulto compre y consuma de forma recreativa.
Tipos de drogas y sus efectos
La tercera parte de esta sección explora los diferentes tipos de drogas y sus efectos probables en tu cuerpo y tu mente. Existen miles de drogas diferentes que se consumen actualmente con propósitos experimentales, médicos y recreativos, algunas de las cuales se producen de forma natural (tomadas de plantas) mientras que otras son sintéticas (hechas en un laboratorio). La gran mayoría de estas sustancias caen en una de tres categorías dependiendo del efecto que tienen en el sistema nervioso central:
- Drogas estimulantes – aceleran los procesos naturales del cuerpo.
- Drogas depresoras – hacen más lentos los procesos naturales del cuerpo.
- Drogas alucinógenas – pueden acelerar o hacer más lentos los procesos corporales naturales y provocar alucinaciones.
Los efectos precisos de un estimulante, un depresor y un alucinógeno varían dependiendo de la droga individual y otra cantidad de factores, incluyendo:
- La salud mental y física del usuario
- El estado mental del usuario
- La dosis de la droga
- Otras sustancias en el torrente sanguíneo cuando se toma la droga
Todas las drogas tienen el potencial de provocar molestias a corto plazo, problemas de salud a largo plazo, problemas de salud mental y deterioro para conducir. Las drogas que pueden crear adicción física o dependencia psicológica son especialmente peligrosas, ya que los usuarios podrían seguir tomándolas a pesar de los efectos secundarios negativos y las implicaciones de salud. Los próximos tres módulos te presentarán los estimulantes, depresoras y alucinógenos más comunes y los efectos probables que tendrán en tu cuerpo. Aquí tienes una vista previa rápida:
Estimulantes
Los estimulantes como nicotina, cocaína y metanfetamina intensifican las señales enviadas por tu cerebro al resto del cuerpo, lo que conduce a una temperatura corporal más alta, respiración más rápida, un ritmo cardíaco más rápido e, inicialmente, una falsa sensación de bienestar. Con esa misma facilidad también pueden provocar ansiedad, enojo, temblores, pérdida de coordinación física y comportamiento errático, lo que afectaría gravemente tu capacidad de controlar un vehículo, detectar cambios en el entorno de la carretera y tomar decisiones de manejo seguras. Un conductor bajo la influencia de una droga estimulante tiene más probabilidades de reaccionar de forma exagerada a eventos adversos menores, comportarse de manera agresiva hacia otros usuarios de carretera, exceder la velocidad segura y correr riesgos innecesarios.
Depresores
Los depresores como la heroína, los medicamentos opiáceos (por ejemplo, morfina, hidrocodona o metadona), las benzodiazepinas y los barbitúricos amortiguan las señales enviadas por tu cerebro al resto del cuerpo. Esto lleva a una respiración más lenta, un metabolismo más lento, una frecuencia cardíaca disminuida y una caída en la temperatura corporal. Contrario a lo que el nombre sugiere, los depresores a menudo crean una sensación de calma y bienestar general. Por este motivo, los medicamentos depresores se recetan para tratar el dolor, los trastornos de humor, la ansiedad y los problemas del sueño.
Los depresores también pueden provocar sueño, pérdida de conocimiento, apatía extrema (no dar importancia a las cosas que normalmente te interesan), pérdida de coordinación física y reacciones más lentas. Si fueras a conducir bajo la influencia de una droga depresora, tu tiempo de reacción se extendería de forma peligrosa, tendrías dificultades para procesar eventos de la carretera e incluso podrías dormirte al volante.
Alucinógenos
Los alucinógenos como LSD, PCP, ketamina, marihuana y dextrometorfano (el ingrediente activo del jarabe para la tos) confunden los mensajes químicos enviados por el cerebro, lo que provoca una variedad de efectos peligrosos. Cualquier droga que califica como alucinógeno tiene el potencial de causar alucinaciones visuales, auditivas o sensoriales o crear una sensación de desconexión del espacio, el tiempo y el cuerpo físico de una persona. Ciertas sustancias de esta categoría pueden provocar ambos efectos. Los alucinógenos también pueden tener un efecto depresivo o estimulante en el sistema nervioso central, lo que conduce a los síntomas mencionados en las dos secciones anteriores. ¡Son drogas muy impredecibles!
Los alucinógenos pueden ejercer mucha presión en la cognición y son conocidos por provocar daños psicológicos permanentes y psicosis en ciertas personas. Tomar un alucinógeno y conducir resultaría en un comportamiento de manejo extremadamente peligroso. Es posible que no puedas notar la diferencia las alucinaciones y la realidad y ejecutes maniobras riesgosas tratando de evitar peligros imaginarios.
Medicamentos de venta libre y con receta
Incluso las drogas que tienen usos médicos comúnmente aceptados pueden afectar tu capacidad de manejo y amenazar tu salud. Todos los medicamentos, ya sea para tratar dolores de cabeza, dolores crónicos, depresión o insomnio, tienen el potencial de provocar efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes incluyen sueño, dificultades de visión, mala coordinación muscular, ansiedad, inquietud y decenas de otros efectos no deseados que pueden cambiar tu comportamiento de manejo y afectar tus habilidades de control del vehículo.
Es importante tomar en cuenta que las personas responden de manera diferente a las drogas. Tu médico o farmacéutico puede indicarte que es aceptable manejar mientras tomas cierto medicamento pero la decisión final sobre ponerte al volante debe venir de ti. Cuando estés tomando una droga, debes monitorear los cambios en tu estado físico y mental para analizar si es seguro conducir. Si tu capacidad de manejo se ve afectada notoriamente y un oficial de policía te detiene, afrontarás cargos por conducir bajo la influencia incluso si la droga que tomas es legal y tienes una receta de un profesional médico.
Muchas drogas que se usan para tratar dolores severos, ansiedad, depresión, TDAH y trastornos del sueño son químicamente similares o idénticas a estimulantes y depresores ilegales. Lo único que separa estos medicamentos de las drogas recreativas ilegales es el hecho de que han sido aprobadas para uso médico, se producen en cumplimiento con estándares de seguridad y se miden en dosis controladas. Los fármacos con receta pueden afectar tu capacidad de manejo y dañar tu salud tanto como las drogas ilegales, sobre todo si los usas de forma irresponsable.
A modo de ejemplo, veamos los analgésicos opiáceos. Los opiáceos por receta como codeína, oxicodona y fentanilo vienen de la misma planta que la heroína (o se hacen en laboratorios para ser químicamente similares) pero son consumidos de manera legal por millones de personas en los Estados Unidos cada año. Si usas incorrectamente un opiáceo prescrito (ya sea tomándolo sin una receta o superando la dosis indicada), sería lo mismo que usar heroína, ya que el peligro al que te expones es el mismo. Incluso cuando se recetan y se utilizan siguiendo las instrucciones, estos potentes analgésicos pueden deteriorar tu cognición, provocar somnolencia y hacer más lento tu tiempo de reacción. Recuerda que tu cuerpo reacciona a las sustancias químicas de forma indiscriminada. No importa si estás usando una droga legal o ilegal.
En el módulo sobre las drogas con receta y de venta libre te presentaremos algunos de los medicamentos con los que debes tener cuidado, además de los efectos probables en tu capacidad de manejo.
Abuso de inhalantes
A continuación, es hora de abordar un grupo de sustancias que habitualmente se utiliza de manera incorrecta y que no se clasifica en ninguna categoría de drogas mencionada anteriormente, ya que no fueron diseñadas para el consumo humano. Los aerosoles para cabello, los aerosoles de cuerpo, pinturas, disolvente de pintura, líquido para encendedores, marcadores, pegamentos, esmaltes de uñas y decenas de otros productos domésticos de uso diario contienen sustancias químicas psicoactivas que alteran el funcionamiento normal del cerebro cuando se inhalan sus vapores. Los adolescentes más jóvenes abusan de estos “inhalantes”, ya que no tienen acceso fácil a otras drogas recreativas.
Es casi imposible predecir cómo reaccionará una persona al abuso de un inhalante, ya que estos productos típicamente contienen decenas de sustancias psicoactivas peligrosas y potencialmente mortales. Algunos de los ingredientes químicos comunes y sus efectos se enumeran en este artículo. Estos varían desde la pérdida de sensibilidad y mala coordinación hasta desmayos, daños al corazón y muerte súbita.
Muchos de los químicos en los inhalantes pueden permanecer en tu cuerpo por mucho tiempo después de que los efectos iniciales de la sustancia hayan desaparecido. Días o incluso semanas después de abusar de un inhalante, es posible que el usuario experimente efectos secundarios repentinos, inesperados y debilitantes. Si esto sucede mientras manejas, el resultado seguramente sería catastrófico.
Peligros de las interacciones entre drogas
Las drogas funcionan al interactuar con los químicos en el sistema nervioso central. Si tomas dos o más drogas al mismo tiempo, también interactuarán una con la otra, causando un efecto diferente sobre tu cuerpo. Las interacciones entre drogas pueden ser extremadamente peligrosas y a menudo aumentan el riesgo de deterioro de manejo y sobredosis. Los resultados de una interacción de drogas dependen de la acción biológica principal de las drogas involucradas y el tiempo que le tomará a cada sustancia hacer efecto y desaparecer. Por ejemplo:
- 1
Dos drogas con la misma acción (por ejemplo, dos estimulantes o dos depresores).
Las drogas trabajarían una con la otra para un efecto general más potente. El sistema nervioso central del usuario sería doblemente estimulado o deprimido, lo que conduce a una probabilidad mucho mayor de sobredosis. - 2
Dos drogas con acciones diferentes (por ejemplo, un estimulante y un depresor).
Las drogas trabajarían una contra la otra. El usuario podría sentirse menos intoxicado ya que las sustancias se equilibran entre sí. Sin embargo, tomar dos drogas con funciones opuestas (por ejemplo, alcohol y cocaína) aumenta drásticamente la posibilidad de que ocurran efectos negativos. Además, el usuario podría tomar más de las sustancias en cuestión, ya que no están experimentando los efectos. Si una sustancia desaparece antes que la otra, el riesgo de sobredosis es considerable.
La tarea de filtrar las sustancias intoxicantes de a sangre recae en el hígado. Si consumes dos sustancias al mismo tiempo, el hígado tendrá que trabajar el doble, lo que significa que:
- Al hígado le llevará más tiempo completar el trabajo, dejándote intoxicado por más tiempo.
- El hígado será más susceptible a daños en el tejido.
Cualquier combinación de drogas puede ser peligrosa, incluso mezclar alcohol con medicamentos de venta libre. El alcohol es la sustancia más comúnmente utilizada junto con drogas con receta o recreativas, ya que la mayoría de las personas no lo ven como una droga y no reconocen el peligro que conlleva. Beber alcohol puede llevar a profundos problemas para conducir y daños a tu salud por sí solo. Cuando se combina con otras drogas, el resultado suele ser mortal. Descubre aquí cómo tu cuerpo, tu mente y tu capacidad de manejo sufrirán como resultado de las interacciones de drogas comunes.
Drogas y tu capacidad de manejo
Tu capacidad de conducir de manera segura depende de poder ver lo que sucede alrededor del vehículo, procesar información y manejar los controles del automóvil de forma efectiva. Esto requiere de una buena visión, una cognición clara y buenas habilidades motoras. Una dosis eficaz de cualquier droga afectará cada una de estas habilidades y te hará un conductor menos seguro. En el caso de muchas medicinas con receta y sustancias recreativas, tu visión, procesos de pensamiento y coordinación muscular estarán afectados a tal punto que serás totalmente incapaz de manejar de manera defensiva y evitar conflictos en la carretera.
Al ver datos de accidentes por consumo de drogas a nivel nacional, existe una clara relación entre las causas de las colisiones y las sustancias involucradas. Las drogas dentro de una categoría particular (estimulantes, depresores o alucinógenos) llevan a problemas de manejo similares y a menudo conducen a un mismo tipo de accidente. Por ejemplo:
- 1
Estimulantes.
Los estimulantes provocan inquietud, ansiedad, agresividad, exceso de confianza y temblores. Esto a menudo se traduce en seguir muy de cerca a otro vehículo, ignorar las leyes de carretera, maniobrar de forma errática y un comportamiento riesgoso. - 2
Depresores.
Los depresores provocan sueño, mala coordinación, confusión mental y problemas de memoria. Esto suele llevar a un manejo peligrosamente lento, hacer zigzag entre carriles, maniobras torpes y decisiones irracionales. - 3
Alucinógenos.
Los alucinógenos provocan cualquiera de los efectos mencionados anteriormente, además de alucinaciones y una sensación de desconexión de la realidad. Esto a menudo causa un desprecio por las reglas y condiciones de la carretera, cambios de velocidad erráticos y un comportamiento extremadamente peligroso (como dar marcha atrás en un expressway o intentar hacer una vuelta en U en medio de una autopista concurrida).
El abuso de drogas garantiza un comportamiento de manejo inseguro bajo la influencia de las drogas y por un tiempo después de esto. Si las drogas recreativas son una parte normal de tu estilo de vida, nunca serás apto para conducir. Puedes manejar mientras tomas medicamentos con receta para manejar el dolor o una enfermedad con la aprobación de tu médico. Sin embargo, debes ser consciente de los posibles problemas de manejo que estos medicamentos puedan provocar, dependiendo de las propiedades de los estimulantes, depresores y alucinógenos. De esa manera, podrás detectar estos problemas cuando sucedan y mantenerte fuera del asiento del conductor.
Recuerda que es tu responsabilidad asegurarte de estar mental y físicamente en forma para conducir. La ley no distingue entre los diferentes tipos de conducción afectada por las drogas. Si provocas daños a la propiedad o hieres a alguien estando afectado por CUALQUIER droga, podrías ir a prisión por mucho tiempo.