Todos los Sentidos Son Importantes para el Conductor: Propiocepción y Kinestesia

Si bien la mayor parte de la información que recibimos al conducir es visual, nuestros otros sentidos también son importantes. Además de la vista, nuestro cerebro recopila información sobre el mundo que nos rodea a través del oído, el olfato, el gusto y el tacto. Los detalles provistos por los cinco sentidos se combinan para crear un sentido general conocido como “propiocepción”. Con una buena propiocepción, nuestro cuerpo crea la kinestesia, una consciencia instintiva de dónde estamos ubicados en relación con otros objetos. La kinestesia, también llamada cinestesia y quinestesia, es la razón por la cual tomamos el control remoto de la TV o nos sentamos en una silla sin necesidad de ver el objetivo.

Hablemos sobre los roles de estos otros sentidos en relación con la tarea de conducción.

Audición

La mayoría de los conductores no se dan cuenta de la cantidad de información que reciben a través del oído cuando manejan. Es verdad que este sentido no es el gran protagonista en comparación con la visión, pero rápidamente notas lo mucho que dependes de la información auditiva cuando conduces cuando pierdes la audición de repente.

Tus ojos recopilan información extremadamente detallada y valiosa pero solo tiene que ver con lo que está sucediendo frente a ti (y hasta cierto punto, en tus costados). En contraste, tus oídos pueden contarte los eventos que están ocurriendo detrás de ti y en cada dirección, formando una imagen de 360º del escenario de manejo alrededor de tu vehículo.

La información auditiva que absorbes al conducir puede llamar tu atención sobre los peligros potenciales e inmediatos. Por ejemplo:

• El sonido de un motor puede alertarte sobre un vehículo que está manejando en tu punto ciego.
• Un conductor que toca la bocina te alerta sobre un problema en alguna parte de la carretera.
• Sabrás que un vehículo de emergencia se aproxima antes de verlo si tiene encendida la sirena.
• Escuchar un pitido en un cruce ferroviario te advierte sobre un tren que se aproxima.
• El sonido de maquinaria pesada adelante te indica que se está llevando a cabo un trabajo en la carretera o una construcción.

Tu audición también te puede alertar sobre problemas mecánicos graves y averías que se están desarrollando dentro de tu vehículo. Un ruido inusual que viene desde el motor, las llantas o los frenos suele ser la primera señal de que algo necesita una revisión.

La pérdida de audición tendrá un impacto negativo en tu capacidad de conducir de forma segura y confiable, especialmente si es repentina y no tienes tiempo para adaptarte. Al igual que la vista, el oído se deteriorará con la edad y puede verse afectado por una variedad de condiciones médicas. Si te preocupa que la audición afecte tu capacidad de manejo, realiza una prueba de audición con un audiólogo o un especialista en audífonos.

A diferencia de la ceguera, la sordera no es un factor decisivo a la hora de conducir. Aunque sí dificultará las cosas por un tiempo si no has tenido problemas de audición durante toda tu vida de manejo. Las personas que nacieron con discapacidad auditiva (o se han adaptado a un problema de oído que se desarrolló posteriormente) compensan su falta de audición con los demás sentidos, predominantemente con la visión. Con el tiempo, tu cerebro aprenderá a prestar más atención a la información que recibe a través de los ojos en lugar de batallar para trabajar con la limitada o nula información auditiva.

Los conductores sordos o con problemas de audición también pueden confiar en otras tácticas para recabar información sobre los eventos en la carretera. Por ejemplo, pueden estar más atentos al comportamiento de los otros conductores. Esto podría ser útil al detectar cuando un vehículo de emergencia se aproxima. Una persona sorda no escucharía la sirena de advertencia del vehículo pero se dará cuenta de lo que está pasando tan pronto los demás automovilistas se muevan a un costado para hacer espacio.

Si estás experimentando un problema de audición menor, puedes facilitar la conducción minimizando los otros ruidos dentro del vehículo, como la radio. También puede ayudar bajar una de las ventanas de tu lado, ya que podrás escuchar mejor los eventos de la carretera.

A veces, los conductores y los ciclistas que sufren de problemas auditivos muestran una bandera coloreada de seguridad en su vehículo para que los demás usuarios de carretera puedan verla. Si te encuentras con un usuario de carretera así, reduce la velocidad y avanza con precaución adicional. Recuerda que una persona con discapacidad auditiva no estará tan atenta a los eventos de la carretera como tú.

Sentido del olfato

Un agudo sentido del olfato puede ayudarte a detectar problemas con tu automóvil. Si recibes un olor inusual de tu auto, evita conducir hasta que un mecánico lo revise y te diga que todo está bien. Los fuertes olores a químicos o algo quemado suelen indicar averías peligrosas que pueden hacer que el vehículo sea inseguro para manejar. Por ejemplo.

• Olor a plástico quemado puede indicar que hay una falla electrónica en alguna parte del vehículo.
• Si tu automóvil no arranca y hueles a gasolina, es posible que el motor esté ahogado.
• El olor a resina quemada o a un químico fuerte puede ser una señal de que los frenos o el embrague están sobrecalentados.
• Una fuga de líquido refrigerante puede provocar un olor a sudor en todo el vehículo.

Además de los problemas del auto, tu sentido del olfato puede alertarte sobre ciertos peligros en el exterior. Por ejemplo, oler humo podría indicar que hay un incendio forestal cerca.

Sentido del gusto

Aunque no lo creas, aún ti sentido del gusto puede proporcionar información importante cuando manejas. Como el sentido del gusto está estrechamente ligado al sentido del olfato, es posible que notes un gusto extraño o desagradable en tu boca si un problema mecánico en el vehículo genera un olor sutil. De igual forma, los gustos inusuales pueden ser una advertencia temprana de muchos problemas de salud. Si notas un gusto extraño persistente al conducir, es mejor que te examinen a ti y a tu vehículo.

Sentido del tacto y kinestesia

Tu sentido del tacto es vital para controlar el vehículo de forma efectiva. Sin el tacto, no podrás sentir tus manos sobre el volante o tus pies en los pedales para aplicar la presión adecuada.

A través de la kinestesia, un conductor puede determinar la posición del automóvil en la carretera en relación con otros objetos. Este sentido combinado también es necesario para colocarte correctamente en el vehículo. Te permite encontrar los pedales de freno y acelerador con tus pies y manejar los controles del automóvil, como los intermitentes, sin tener que desviar tu mirada de la carretera.

Problemas sensoriales

Todos los sentidos juegan un papel vital en la acción de conducir. A menudo damos por sentados los sentidos como el oído, el olfato y el tacto y no nos damos cuenta de cuánto dependemos de ellos para percibir y entender el entorno de la carretera. El hecho de que una persona tenga problemas sensoriales, aunque sean menores, puede dejarla incapacitada para manejar con seguridad. Ser un conductor atento significa prestar atención a la carretera pero también prestar atención a tu salud y a la forma en que tus sentidos se ven afectados por enfermedades leves y dolencias. Si tienes dudas sobre si puedes conducir de forma segura, no te pongas detrás del volante.