Habilidades Mentales para Manejar: El Trío “Visión, Memoria y Entendimiento”
Updated 26 de Enero de 2021Nuestros ojos y cerebro pueden recibir y procesar enormes cantidades de informaciones visuales en solo una fracción de segundo. Sorprendentemente, a un ojo le toma solo 1/350 de segundo ver el color, el tamaño, la forma y el brillo de un objeto, para luego enviar la información para que el cerebro la clasifique. Tu cerebro compara esta información con detalles que ya están guardados en tu memoria para darle sentido a la imagen. Según el conocimiento previo y tu experiencia, obtendrás el significado de lo que has visto. Todo este proceso se repite una y otra vez de forma continua en cada momento que tus ojos están abiertos.
El trío “visión, memoria y entendimiento” te permite analizar y tomar decisiones dependiendo de toda la información que reciben tus ojos al conducir. Si no recibes la información visual precisa debido a un problema de visión o no tienes la información de memoria relevante almacenada en tu cerebro para entender lo que has visto, es posible que no respondas a los peligros de la carretera adecuadamente.
Si cuidas de tu vista y aprendes todo lo que puedas sobre reglas de carretera, técnicas de manejo y riesgos al conducir, te prepararás mejor para reconocer y evitar las situaciones peligrosas.
Ventajas y desventajas de la experiencia
En general, tu capacidad de reconocer y responder de forma adecuada ante los peligros mejorará con la experiencia. Cuanto más tiempo hayas conducido, más información relevante de manejo tendrás almacenada en tu memoria. Esto le ayudará a tu cerebro a entender la información visual rápidamente, detectando los detalles más importantes de las imágenes de la carretera que recibe. En este aspecto, la experiencia de conducción definitivamente es un punto fuerte.
Sin embargo, acumular mucha experiencia con situaciones similares puede tener un efecto negativo en tu capacidad de responder al riesgo de manera adecuada. Si una situación que te has encontrado en muchas ocasiones al conducir generalmente no resulta en una colisión, accidente u otro resultado negativo, esperarás que siempre sea así. Así es como los conductores pierden la objetividad y se ponen en peligro tomando malas decisiones de manejo. Por ejemplo, es posible que te inclines a manejar más rápido en un tramo de carretera particular si ha has conducido por ahí en muchas oportunidades y nunca has encontrado otros vehículos. Las probabilidades indican que eventualmente te encontrarás con otro vehículo. ¿Qué podría pasar si tomas una curva en la carretera y quedas cara a cara con un vehículo mientras conduces demasiado rápido?
Para protegerte del peligro en todas las situaciones de manejo, recuerda que tu experiencia previa no tiene mucho que ver con la situación actual tanto como crees. Mantén tu atención en el entorno de la carretera y toma las decisiones de manera objetiva.
Coordinación mano-ojo
Una buena coordinación entre mano y ojo es una habilidad esencial para los conductores. Una vez que recibes y analizas la información visual, tendrás que actuar de acuerdo con esa información manejando los controles del vehículo con tus manos y pies, sin quitar tus ojos de la carretera. Para conducir de forma segura, tendrás que controlar tu vehículo de forma tan automática como atrapas una pelota, atas tus zapatos o tocas la punta de tu nariz.
Puedes ayudarte a mantener la coordinación al volante enfocando tu mirada en la dirección que deseas moverte. Trata de evitar ver hacia el costado de la carretera o mirar objetos dentro del automóvil por mucho tiempo, ya que podrías salirte del carril o modificar tu posición de manera insegura sin darte cuenta.