Actitud de Manejo Responsable: Comprender las Consecuencias de los Errores
Updated 26 de Enero de 2021Para desarrollar una actitud de manejo responsable y segura, primero debes entender el poder de tus acciones. Al conducir, una sola acción puede desencadenar una serie de eventos que terminarán en un accidente o una colisión. Cada conductor que actúa o reacciona en esa secuencia de eventos tiene el poder de empeorar la situación o llevarla a un resultado más positivo.
Si te comportas de forma precipitada o irresponsable detrás del volante, la acción que tomes podría ser el primer eslabón de una cadena de eventos que conducirá a un accidente. De manera similar, actuar con calma y responsabilidad ante eventos negativos que suceden puede parar una colisión devastadora en seco. Tal es el poder de las decisiones que tomas al manejar.
Los automovilistas deben monitorear el entorno de manejo con cuidado y actuar con consideración y precaución en todo momento.
Responsabilidad del conductor
La condición de tu vehículo, las acciones de otros usuarios de carretera, las condiciones climáticas y las condiciones de la carretera jugarán su parte en determinar el riesgo que enfrentes en un momento determinado mientras conduces. Sin embargo, es tu responsabilidad como conductor identificar y mitigar los riesgos que presentan estos factores externos.
Como mencionamos anteriormente, las decisiones que tomas pueden modificar drásticamente el resultado de una secuencia de eventos en la que te ves involucrado. Rara vez un conductor se encuentra completamente a merced de influencias externas sin poder para cambiar la situación para mejor. Saber cuándo no debes avanzar o cuándo decirles a tus pasajeros que hagan silencio en última instancia podría salvar tu vida o la de alguien más.
Tres causas de accidentes y colisiones
Las causas subyacentes de los accidentes y las colisiones se han estudiado ampliamente, en un intento continuo de reducir la pérdida de vidas en las carreteras de nuestras nación. Según los resultados de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), la causa de una colisión se puede clasificar en una de tres categorías principales:
- Acciones ejecutadas o no ejecutadas por el conductor
- Condiciones de la carretera
- La condición del vehículo que se conduce
De todos los accidentes analizados en este estudio, se determinó que:
- 2% se atribuyó a una causa desconocida
- 2% fueron causados por las condiciones de la carretera
- 2% fueron causados por mal funcionamiento del vehículo
- 94% fueron causados por conducta inadecuada o irresponsable del conductor
Al ver estos porcentajes, queda claro que la mejor manera de atacar el creciente problema de las muertes y lesiones relacionadas con el tráfico en nuestro país es una mejor educación para los conductores sobre las consecuencias de sus acciones.
Errores comunes de los conductores
Para entender mejor la manera en que un error del conductor contribuye a los accidentes y las colisiones, la NHTSA ha creado cuatro “clasificaciones” principales para el tipo de error cometido en los incidentes mencionados anteriormente. Los errores de los conductores se clasifican en una (o a veces en varias) de estas categorías:
- 1
Errores de reconocimiento.
Estos se podrían evitar si el conductor prestara más atención al entorno de la carretera. No ver otro vehículo al cambiar de carril califica como un error de reconocimiento. - 2
Errores de decisión.
En este tipo de error, el conductor ha tomado una mala decisión según su análisis del escenario de carretera, lo que ha llevado a un accidente. - 3
Errores de desempeño.
En los accidentes que entran en esta categoría, el conductor no ha podido mantener el control del vehículo de forma razonable y eficaz. Sobreviraje y pérdida de control de la velocidad en colinas son dos ejemplos de ejemplos de desempeño. - 4
Errores de incumplimiento.
“No cumplir” básicamente se refiere a una situación donde el conductor no ha ejecutado una acción necesaria. Por ejemplo, un accidente como resultado de que el conductor se duerme entraría en esta categoría.
Puedes darte una idea de la frecuencia con la que ocurren estos diferentes tipos de errores del conductor consultando el gráfico de la NHTSA a continuación.
Los dos factores principales que reducen la posibilidad de que un conductor cometa un error detrás del volante son:
- Saber QUÉ hacer. (por ejemplo, entender las reglas de carretera, las tácticas de manejo defensivo y cómo controlar tu vehículo)
- Ser capaz de ACTUAR SOBRE ESE CONOCIMIENTO de manera oportuna y efectiva. (por ejemplo, prestar atención a la carretera y asegurarte de estar alerta, en forma y lo suficientemente bien como para manejar de forma segura)
Desarrollar hábitos responsables y consistentes es la clave para mantenerte seguro y evitar las colisiones al conducir. Si tomas una decisión irresponsable, ya sea por negligencia deliberada o falta de atención, es mucho más probable que vuelvas a tomar una decisión similar nuevamente. Cada vez que actúes de manera inadecuada correrás el riesgo de sufrir consecuencias negativas graves.
Las consecuencias de tus acciones
Cuando un conductor se comporta de forma descuidada o irresponsable, siempre habrá consecuencias negativas, incluso cuando no sean inmediatamente obvias. Una de estas tres cosas serán el resultado de una decisión de manejo insegura:
- 1
Una falsa sensación de seguridad.
Si tu comportamiento irresponsable no tiene un resultado negativo obvio, habrás esquivado una bala. Sin embargo, la mayoría de los conductores experimentan una falsa sensación de confianza cuando sus acciones no parecen tener ramificaciones.
En un nivel subconsciente, es posible que creas que no hubo consecuencias negativos porque tus acciones no fueron tan peligrosas o porque tienes la “habilidad suficiente” para evitar resultados negativos. Como consecuencia de esto, tendrás más probabilidades de hacer en un comportamiento de manejo riesgoso de nuevo. Si sigues por este camino, eventualmente afrontarás consecuencias más graves. - 2
Una colisión menor o una infracción de tránsito.
Algunas acciones irresponsables tienen consecuencias negativas notorias pero le permiten al conductor salir de ellas relativamente ileso. Por ejemplo, puedes ejecutar una maniobra insegura y recibir una multa de tránsito como castigo. Como alternativa, puedes chocar por detrás a otro vehículo en un semáforo por no prestarle atención a la carretera. Deberías tomar estas pequeñas consecuencias como advertencias. Si eliges un comportamiento de manejo riesgoso, puedes esperar consecuencias más graves. - 3
Un accidente o colisión grave.
Una decisión insegura que tomes al conducir puede resultar en un incidente grave. Como no podemos controlar las acciones y reacciones de otros conductores, una decisión que no tenga consecuencias negativas en una situación podría terminar con lesiones graves o muertes en otra. Los automovilistas que se comportan de forma irresponsable regularmente están buscando que ocurran colisiones o accidentes graves. Aunque debes recordar que estas consecuencias pueden suceder en cualquier momento. Podrías pensar que una acción insegura “no hace daño” pero fácilmente podría matarte a ti, matar a alguien más, provocar lesiones graves o dejarte con una carga financiera de por vida.
Una actitud segura y responsable significa cumplir con las reglas, sin excepciones. Los automovilistas suelen caer en la tentación de romper las reglas en situaciones que parecen seguras o inofensivas. Por ejemplo, cuando no hay otros automovilistas o usuarios de carretera cerca. Comprender que no puedes predecir lo que te espera en la próxima curva o cómo el entorno de la carretera puede cambiar de un momento a otro. Cada decisión que tomes, por más libre de riesgos que parezca, puede tener consecuencias graves y duraderas.