Reconocer los Riesgos de Manejo: Identificar los Riesgos Inmediatos y Potenciales
Updated 26 de Enero de 2021La conducción es una actividad riesgosa, incluso cuando tengas cuidado y manejes en un escenario “ideal”. Los automovilistas que caen en un comportamiento de manejo riesgoso aumentan el peligro al que se exponen y elevan las posibilidades de un accidente o una colisión, cada momento que estén al volante.
El primer paso para crear el entorno de manejo más seguro posible es saber a lo que te enfrentas. Cuando conoces los riesgos que tienes por delante, es posible forjar hábitos de manejo seguros que reducirán las posibilidades de una colisión. Sin importar lo peligrosa que sea una situación, siempre habrá algo que puedes hacer para disminuir el riesgo y mejorar tu seguridad.
Puedes limitar el riesgo que enfrentas al conducir al ponerle atención a la carretera, aprender a predecir las situaciones peligrosas antes de que sucedan y tomar decisiones sensatas. A veces necesitarás ejecutar acciones rápidas y defensivas para evitar un peligro inmediato pero con mayor frecuencia deberás actuar de forma preventiva para mitigar riesgos que podrían resultar en un peligro inmediato o no.
Comprender los riesgos inmediatos
Un riesgo inmediato es una situación que requiere de una acción inmediata para evitar un accidente o una colisión. Los riesgos inmediatos a menudo sorprenden a los conductores. Para tener la capacidad mental y física de responder adecuadamente a un riesgo inmediato, debes mantener un estado de alerta continua al conducir y monitorear la carretera alrededor de tu vehículo constantemente.
Aquí tienes algunos ejemplos de riesgos inmediatos:
- Un automóvil que se incorpora a la carretera adelante y viaja a una velocidad mucho más baja que el tráfico actual.
- Un peatón que ingresa a la carretera desde el espacio entre dos vehículos estacionados.
- Un vehículo que no cede el derecho de paso en una intersección.
- Un accidente o colisión que ocurre en la carretera cerca o adelante de tu vehículo.
La clave para lidiar con los riesgos inmediatos es esperar lo inesperado. No te permitas volverte complaciente al conducir. Debes prepararte para cualquier cosa.
Comprender los riesgos potenciales
Los riesgos potenciales se dan con mucha mayor frecuencia que los riesgos inmediatos. De hecho, estarán a tu alrededor casi de manera constante en cada situación de manejo. Un riesgo potencial puede que nunca presente un peligro inmediato, aunque debes asumir que lo haría, con tal de maximizar tu seguridad.
A veces, los riesgos potenciales pasarán a ser riesgos inmediatos. Por tanto, es importante actuar de manera preventiva siempre que sea posible. Debes considerarlo como “empezar con ventaja” para evitar el peligro. Si has ejecutado una acción preventiva contra un riesgo potencial que se convierte en un riesgo inmediato, estarás en mejor posición para evitar un accidente o colisión.
Aquí tienes algunos ejemplos de riesgos potenciales que podrías enfrentar al conducir:
- Estás manejando en un área residencial donde hay niños jugando al costado del camino. Si bien actualmente están fuera de peligro, debes tomar en cuenta que podrían correr hacia la carretera.
- Está anocheciendo y estás conduciendo en una carretera rural con bosques a ambos lados del camino. La carretera está despejada pero existe una alta probabilidad de encontrarte con un animal que bloquee tu paso.
- Al conducir en un área azotada por una tormenta la noche anterior, enfrentas el riesgo potencial de escombros o sobrantes en la carretera.
Como hay un número prácticamente ilimitado de riesgos potenciales en un tramo de carretera determinado, debes aprender a identificarlos y priorizarlos según el orden de probabilidades de que presenten un peligro. Sería físicamente imposible actuar de igual manera contra todos los riesgos potenciales al mismo tiempo, ya que evitar uno te acercaría a otro.
Los automovilistas deben lidiar primero con los riesgos más urgentes, modificando su comportamiento para mitigar la mayor cantidad de peligros potenciales como sea posible. A menudo, una simple acción como reducir la velocidad te ayudará a evitar varios riesgos potenciales.
Actuar para reducir el riesgo
La precaución es clave para mitigar el riesgo en cualquier situación. La precaución te dice que debes “jugar a la segura” si no tienes certeza sobre cuál será el resultado de una situación. Por ejemplo:
- Si otro vehículo se aproxima a una señal de alto en una intersección a gran velocidad. No avances incluso cuando el derecho de paso debería ser tuyo. Reduce la velocidad y prepárate para ceder el derecho de paso.
- Cuando estés en una zona escolar u otra zona donde es posible que haya niños cerca de la carretera, reduce la velocidad incluso si no ves ningún niño cerca actualmente.
Un conductor precavido siempre obedecerá las leyes de tránsito, mantendrá su vehículo en buen estado de funcionamiento, prestará atención a las condiciones climáticas y examinará la carretera continuamente. El manejo con verdadera precaución requiere que evalúes el riesgo a tu alrededor de forma constante. Presta atención a las condiciones cambiantes y asegúrate de considerar las consecuencias de todas las acciones y maniobres que quieras hacer antes de realizarlas.
Recuerda, no conducir con precaución te convertirá en un riesgo potencial que los demás usuarios de carretera tendrán que evitar.
La realidad del riesgo como conductor
No te conviertas en el tipo de conductor que maneja con una actitud de “eso no me pasará a mí”. Los riesgos asociados a la conducción son reales y, cada año, los accidentes automovilísticos cobran decenas de miles de vidas en los Estados Unidos. Mira estas estadísticas:
- Las “lesiones no intencionales” son la tercera causa principal de muertes en Estados Unidos. Las lesiones relacionadas con los vehículos son la segunda causa principal de las muertes relacionadas con lesiones no intencionales.
- En 2016, unas 37.461 personas perdieron la vida en accidentes automovilísticos. Eso deja un promedio de 102 por día.
- Ese mismo año, aproximadamente 3.144.000 personas resultaron heridas en accidentes de tránsito y colisiones.
La realidad es que la mayoría de las personas que mueren o resultan heridas en los accidentes automovilísticos no creen realmente que eso podría sucederles, hasta que es demasiado tarde.
Uno de los datos más aterradores de las estadísticas de 2016 detalladas anteriormente es que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) estima que un 94% de estos incidentes se pueden atribuir a “decisiones humanas”. Si los conductores involucrados hubieran elegido manejar con cuidado, tener precaución y obedecer las reglas de carretera, miles de personas todavía estarían vivas hoy.