Examinar la Carretera: Etapa 1 del Sistema SEE de Gestión de Espacios

La primera etapa del sistema SEE, o de cualquier estrategia de manejo defensivo, es examinar la carretera para detectar peligros potenciales y cambios futuros que podrían requerir modificaciones a tu comportamiento de conducción. Este paso es crucial, ya que tu capacidad de tomar decisiones de manejo seguras depende de formar una imagen precisa de la situación alrededor de tu vehículo. Si no ves información vital, podrías actuar de manera que pongas en peligro a todos en la carretera.

No toda la información visual es igual de importante. Al examinar la carretera, debes detectar las situaciones de mayor riesgo como:

• Vehículos, peatones, animales o ciclistas cercanos
• Objetos, obstáculos o escombros en la carretera
• Cualquier cosa que pueda bloquear tu línea de visión junto a la ruta de viaje deseada
• Curvas o colinas, cruces ferroviarios, intersecciones o entronques que se aproximan
• Señales de tránsito que indican un cambio de límite de velocidad u otra ley de carretera

Evaluar los peligros del camino

Como conductor defensivo, debes poder detectar los peligros potenciales a 360 grados alrededor de tu vehículo. Además, debes saber qué buscar, dónde buscar, cuánto tiempo mirar y cómo priorizar los peligros según el orden de urgencia, con tal de decidir contra cuál debes actuar primero.

Nunca podrás erradicar completamente el riesgo que presentan todos los peligros de la carretera de forma simultánea, ya que evitar un peligro podría aumentar el riesgo potencial asociado con otro. La evaluación y priorización de los peligros es importante debido a que te permite identificar los peligros más prominentes y escoger la acción que disminuirá el riesgo general de una situación tanto como sea posible.

El rango de examinación

Cuanto más riesgoso sea el entorno de manejo, más lejos tendrás que estar tu enfoque de búsqueda visual hacia adelante en la carretera. En condiciones normales, un conductor debe examinar la carretera aproximadamente 10 a 15 segundos adelante de su vehículo. Esto será alrededor de un cuarto de milla cuando se viaja a velocidades de autopista o casi una cuadra cuando se viaja a velocidades de centro de la ciudad. Si estás conduciendo en una situación de alto riesgo o especialmente a grandes velocidades, debes aumentar tu rango de examinación a 20 o 30 segundos adelante. Esto te dará más tiempo para percibir y evaluar los peligros.

Examinar la carretera lo más lejos posible es una estrategia de búsqueda visual extremadamente importante. A la distancia, podrás formar una imagen más grande del escenario de tu área de objetivo y detectar los peligros potenciales con tiempo para tomar medidas adecuadas. Por ejemplo, es posible que veas cerrarse las puertas de un autobús de pasajeros aproximadamente 15 segundos adelante. Esto te indicará que para el momento en que llegues a esa área, puede que debas permitir que el conductor del autobús vuelva a ingresar al tráfico.

Mantener tus ojos en movimiento

Como hay tanta información para absorber en varios puntos entre tu vehículo y tu área de objetivo adelante, sin mencionar los lados y la parte trasera del automóvil, es imperativo que mantengas tus ojos en movimiento entre estas áreas conforme examinas la carretera. De lo contrario, podrías dejar de ver peligros y otros cambios importantes de la carretera mientras tu mirada está fijada en otra parte. A medida que examinas la carretera, recuerda revisar con regularidad tu espejo retrovisor, los espejos laterales y los puntos ciegos.

Mantener tus ojos en movimiento también de ayudará a mantenerte dedicado de manera activa al proceso de búsqueda. Mirar fijamente un solo punto por demasiado tiempo puede llevar a “desconectarte”, que tu mente divague y dejes de registrar la información visual de forma consciente.

Desarrollar un patrón de búsqueda completo

Organizar tu búsqueda visual con un patrón de búsqueda completo es clave para absorber toda la información posible. No es suficiente solo echar un vistazo de un punto a otro sin pensar, ya que sin un enfoque metódico es probable que no distribuyas tu atención de igual manera entre todas las partes de la carretera.

Puedes organizar el patrón de búsqueda que desees, aunque debes asegurarte de que cubra todas las áreas y evite fijar tu mirada en un solo punto por más de un segundo, a menos que algunas circunstancias excepcionales así lo requieran. Tu patrón de búsqueda visual podría ser como el siguiente:

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   El área de objetivo, 20 a 30 segundos adelante.

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   Rango secundario, antes del área de objetivo.

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   Caminos de entrada e intersecciones cercanas.

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   El área detrás de tu automóvil con el espejo retrovisor.

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   El rango inmediato, directamente frente a tu automóvil.

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   Los carriles adyacentes utilizando los espejos laterales.

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   Los puntos ciegos, volteando a ver por encima del hombro.

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   Los rangos inmediato y secundario nuevamente.

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   El espejo retrovisor de nuevo.

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    Los medidores del tablero para comprobar la velocidad y otra información vital.

Recuerda que debes siempre conducir con la mente puesta en proteger tu vista de la carretera. Presta atención a los obstáculos que se aproximan que pueda bloquear tu línea de visión y asegúrate de no manejar demasiado cerca detrás de vehículos grandes que puedan obstruir la carretera adelante. Cuando sucedan estas obstrucciones de la línea de visión, modifica tu posición de carril para maximizar la vista.

Mantener tu vehículo limpio y con buen mantenimiento es otra estrategia para mejorar la búsqueda. Asegúrate de tener líquido limpiaparabrisas y que los propios limpiaparabrisas estén en buen estado. Mantén el parabrisas sin suciedad y asegúrate de ajustar los espejos laterales y retrovisores antes de emprender el viaje.

Preparación para una maniobra

Debes realizar una búsqueda visual detallada antes de cualquier maniobra que quieras hacer. Esto puede empezar, pero no terminar, con revisar el área nueva de la carretera por la que quieres conducir. Luego debes verificar todas las demás áreas de la carretera a tu alrededor y detrás de tu vehículo para asegurarte de que ningún otro usuario de carretera esté siguiendo una ruta que entre en conflicto con tu maniobra.

Es imposible efectuar incluso las más simple de las maniobras de forma segura sin antes llevar a cabo una búsqueda de la carretera. Siempre comprueba todo hacia adelante, a los lados y en la parte trasera del vehículo cada vez que desees:

• Cambiar de carril
• Incorporarte a un nuevo carril de tráfico
• Entrar o salir de una rampa de entrada o salida de una autopista de acceso limitado
• Entrar en una intersección
• Modificar tu velocidad de manera significativa
• Ingresar a una vía desde un camino de entrada, callejón, borde de acera u hombro de carretera
• Retroceder
• Girar
• Parar

Encontrar tiempo para las maniobras

Nunca des paso directamente a la maniobra sin antes asegurarte de que tienes suficiente tiempo para empezar, ejecutar y completar la maniobra con comodidad, sin entrar en conflicto con el resto del tráfico. Aquí tienes algunas pautas generales:

• Necesitarás un espacio de cuatro segundos para cambiar carriles
• Se requiere un espacio de siete segundos para cruzar una intersección en una carretera de cuatro carriles
• Necesitarás un espacio de nueve segundos a la derecha y un espacio de siete segundos a la derecha para completar un giro a la izquierda
• Se tarda aproximadamente ocho segundos para unirte a otro carril
• Necesitarás un espacio de ocho segundos en el tráfico en movimiento desde la izquierda para completar un giro a la derecha
• Se requieren de 20 a 30 segundos para completar una vuelta de tres puntos
• Recuerda esperar dos segundos antes de avanzar cuando el semáforo cambie a verde en una intersección para asegurarte de que la vía esté despejada

Toma en cuenta que estas reglas son solo una aproximación. Es posible que necesites un poco más o menos tiempo para completar una de estas maniobras, dependiendo de cómo se maneja tu vehículo, la velocidad a la que viajas y las condiciones de la carretera. La mejor manera de mantenerte seguro siempre es permitirte más tiempo del que crees necesario. De esa forma, no te pondrías en peligro en ningún momento por apresurar una maniobra.