Conducción Ebria en los Adolescentes: Conducir Bajo la Influencia
Updated 2 de Febrero de 2021De acuerdo con estadísticas de 2016 recopiladas por la Administración Nacional de Seguridad del Transporte en las Carreteras (NHTSA), los conductores entre 15 y 20 años representan solo un 5% de todos los conductores con licencia en los Estados Unidos pero son responsables de casi un 10% del total de accidentes de tránsito mortales. De los 4.514 conductores jóvenes involucrados en accidentes mortales ese año, un enorme 19% tenía alcohol en su sistema. Un reporte del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo establece que las personas jóvenes entre 12 y 21 años representan un 10% del consumo de alcohol total a nivel nacional. ¡Son datos asombrosos considerando que las personas menores de 21 años no tienen permitido tomar alcohol legalmente!
A pesar de que el número de adolescentes de secundaria que toman y manejan ha caído un 54% desde 1991, el número de personas entre 16 y 20 años involucradas en accidentes mortales cada año ha empezado a subir recientemente. Desde 2015, las colisiones mortales que involucraron conductores adolescentes han aumentado en un 3.6% en todo el país. El consumo de alcohol de menores tiene mucho que ver con esto, ya que sabemos que más de un 30% de los accidentes mortales de adolescentes están relacionados con el alcohol.
Un número significativo de accidentes por conducir en estado de ebriedad de adolescentes involucran una cantidad considerable de alcohol. Los datos de 2016 de la NHTSA sobre accidentes por conducción ebria muestran que de los 862 conductores jóvenes involucrados en colisiones mortales que consumieron alcohol, 674 tenían una concentración de alcohol en la sangre (BAC) por encima del límite legal para los adultos de 0.08%.
Los accidentes de tránsito son la causa principal de muerte de adolescentes en los Estados Unidos y el consumo de alcohol entre los menores de edad contribuye al problema. La pregunta es, ¿por qué tantos conductores jóvenes ignoran los riesgos y se ponen al volante después de tomar alcohol?
Conducción ebria en adolescentes: mitos vs. realidad
El consumo de alcohol en menores de edad es un problema multifacético sin una causa de raíz clara. Muchos adolescentes (e incluso los adultos) toman alcohol por conceptos erróneos de lo que esto significará para su imagen personal y autoestima. Hay una tendencia a pensar que tomar alcohol de hará ver “cool” frente a tus amigos, te dará confianza y te ayudará a olvidar tus problemas. En realidad, la verdad es totalmente lo opuesto. Aquí repasamos algunas verdades detrás de los mitos comunes sobre el alcohol:
Mito: Tomar alcohol te hará más popular entre tus pares.
Verdad: No hay nada “cool” sobre estar borracho. Si tomar alcohol parece que hace popular con otras personas, es probable que sea por los motivos equivocados. Las personas que se emborrachan con frecuencia caen en comportamientos alocados e impredecibles y se vuelven el objetivo de los chistes entre sus amigos. Puede que te sientas como el “alma” de la fiesta cuando has estado bebiendo pero las personas seguramente se están riendo de ti, no contigo.
La intoxicación por alcohol causa dificultad del habla, pérdida de habilidades motoras, incapacidad de formar oraciones coherentes, tropiezos, caídas y vómitos. ¡Este tipo de comportamiento no impresionará a nadie! Puede que las personas se rían de ti, sientan por pena por ti o se enojen contigo. Al día siguiente, es posible que sientas vergüenza por tus acciones ebrias y tengas que lidiar con gente insensible que se burla de ti.
Mito: Tomar alcohol te dará más confianza.
Verdad: Es cierto que el alcohol reduce las inhibiciones, dejando que la persona tenga más confianza y menos cuidado. Sin embargo, estos efectos que parecen “positivos” no son duraderos. A largo plazo, el consumo regular del alcohol tendrá un efecto negativo en tu salud mental. El alcohol crea un desequilibrio químico en el cerebro que eventualmente te llevará a ser menos feliz, menos seguro, más ansioso e incluso deprimido en tu vida diaria. Es más, puede que llegues a un punto en el que no puedes socializar o hablar con otras personas sin una bebida alcohólica que te estimule. Así es como empieza el alcoholismo.
Mito: Tomar alcohol te ayuda a escapar de tus problemas.
Verdad: En todo caso, el alcohol creará más problemas. El alcohol no hace que los problemas desaparezcan, simplemente puede amortiguar el dolor que te causan y distraerte por unas horas. Cuando estés sobrio, tus problemas estarán allí y puede que sumes nuevos problemas, como lo que hiciste anoche o cómo pasarás ese examen con esta resaca. Cuando las personas que están molestas, ansiosas o estresadas toman al alcohol, su respuesta al alcohol suele ser negativa. En vez de sentirte feliz y sin cuidado, puede que termines sintiéndote enojado, desesperado, deprimido o hasta suicida.
Mito: Tus amigos no querrán estar contigo si no tomas alcohol.
Verdad: Tus amigos te respetarán más por tu rechazo a tomar alcohol. Las personas jóvenes son más conscientes de su salud en estos días, con más abstinencia que nunca al consumo de alcohol, las drogas y los comportamientos dañinos. ¡Puede que tu negativa a tomar alcohol inspire a otros a tu alrededor a hacer lo mismo! En cualquier caso, no hay nada que puedas hacer mientras tomas alcohol que no puedas hacer sin tomar alcohol. Aún puedes ir a fiestas y eventos sociales, solo que no tendrás que sufrir recuerdos de comportamientos vergonzosos ni resacas al día siguiente. Una persona que te rechaza o te critica por no tomar alcohol no es una amistad verdadera y no merece tu tiempo.
Mito: Tomar alcohol evitará que tus amigos te presionen.
Verdad: Si permites que tus amigos te presionen para tomar alcohol, ese comportamiento coercitivo no terminará ahí. Una vez que muestres que la presión de los pares te puede vencer, sabrán exactamente qué hacer la próxima vez que no te unas a una actividad peligrosa o ilegal. Tomar alcohol es una pendiente resbaladiza. Es posible que termines sintiendo la presión de tomar drogas, robar o hacer otros actos delictivos.
Mayor riesgo entre los conductores jóvenes
Según la CDC, los conductores jóvenes entre 16 y 20 años tienen 17 veces más probabilidades de morir en una colisión cuando tiene un BAC de 0.08% en comparación a cuando no tienen alcohol en sus sistemas. Esto representa un aumento abrumador en el riesgo. Los conductores jóvenes ya están expuestos a un riesgo mucho mayor de verse involucrados en un accidente o una colisión que los conductores mayores. Si agregas alcohol u otras sustancias que alteran la mente a la ecuación crearás una situación en la que algo está a punto de salir mal.
Entonces, ¿qué es exactamente lo que hace que los conductores adolescentes tengan un riesgo mucho mayor de verse involucrados en una colisión incluso sin alcohol en la situación? Uno de los factores más importantes que aumenta el riesgo de los conductores jóvenes es la falta de experiencia de manejo. En los primeros años después de que un conductor obtiene su licencia, tienen más probabilidades de verse involucrado en un accidente ya que no ha acumulado suficiente experiencia para predecir de forma precisa las situaciones de la carretera. Como consecuencia, son más susceptibles que los conductores mayores a subestimar el peligro y juzgar mal las maniobras.
Además, los adolescentes no han desarrollado todavía un sentido sobre su propia mortalidad y tienen más probabilidades de caer en un comportamiento riesgoso. Es posible que manejan de manera peligrosa para impresionar a sus amigos o simplemente no consideran las consecuencias de sus acciones por completo. Los comportamientos riesgosos típicos de los adolescentes incluyen exceder la velocidad, hacer carreras, conducir en zigzag entre el tráfico y no usar cinturón de seguridad.
Los conductores jóvenes se distraen con más facilidad que los conductores mayores. Con mucha frecuencia, la fuente primaria de distracción son otros adolescentes que son pasajeros en el vehículo. Los conductores adolescentes deben lidiar con teléfonos celulares, música y preocupaciones relacionadas con la escuela, el trabajo y la familia. Cualquiera de estas distracciones podría resultar en una pérdida de control del vehículo o no detectar los peligros y otras informaciones importantes de la carretera.
Aquí hay algunas cifras que te ayudarán a comprender el peligro que presenta el consumo de alcohol en los conductores adolescentes:
- En 2016, un total de 1.908 conductores entre 15 y 20 años murieron en accidentes mortales.
- 24% de estos conductores tenía un BAC de al menos 0.01%. Un 19% tenía un BAC de 0.08% o mayor.
- 44% de los conductores jóvenes involucrados en colisiones mortales que habían tomado alcohol no estaban usando cinturón de seguridad.
- 58% de los conductores jóvenes fallecidos en accidentes mortales que habían tomado alcohol no estaban usando cinturón de seguridad.
El alcohol empeora todos los impedimentos naturales que los conductores adolescentes ya sufren, provocando olvidos, cognición nublada, habilidades motoras limitadas, mal juicio y exceso de confianza. Como puedes ver en las estadísticas anteriores, cerca de la mitad de todos los conductores jóvenes involucrados en colisiones relacionadas con el alcohol en 2016 no estaban usando cinturón de seguridad al momento del incidente. Los efectos del alcohol en su cognición y su juicio seguramente jugaron un papel en esto.
De acuerdo con las cifras de la NHTSA mencionadas anteriormente, un enorme 19% de los conductores adolescentes que habían estado bebiendo cuando murieron en una colisión mortal tenían un BAC por encima del límite legal de los adultos. Esto refleja la tendencia entre los adolescentes de tomar en exceso, consumiendo una gran cantidad de alcohol en poco tiempo. Como resultado del consumo de alcohol en exceso, los adolescentes que toman y manejan tienen más probabilidades de estar muy afectados cuando se ponen al volante. Esto nos lleva al último motivo por el cual la conducción en estado de ebriedad entre los adolescentes es un problema grande en los Estados Unidos: los adolescentes no tienen suficiente experiencia con el alcohol para conocer sus límites o tomar decisiones sensatas en torno al consumo del alcohol.
Tan pronto un adolescente consume alcohol, su juicio se ve afectado al punto que queda más propenso a tomar más y más. Además, la falta de tolerancia al alcohol significa que un conductor adolescente seguramente experimentará un mayor deterioro físico y mental por el alcohol consumido.
Mantener el riesgo al mínimo
Si eres un conductor adolescente, tendrás que hacer todo lo posible para minimizar el riesgo de verte involucrado en un accidente o una colisión. ¡Las probabilidades están en tu contra simplemente porque eres un conductor joven sin experiencia! Si valoras tu vida y tu futuro, no puedes caer en un comportamiento riesgoso que aumentará los peligros que enfrentas en la carretera. Toma en cuenta que tomar alcohol es prácticamente lo peor que puedes hacer. No vale la pena correr el riesgo. No tomes y manejes.